PARTE 12

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CAPÍTULO 11
Todo Perdido

Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.
Lucas 15:16

En la tarde.

─¿Qué puede ser peor que todo el mundo te oculte sus fallas, que muchas de ellas te lastimen, que ninguno de ellos confiara en ti? ¡Dime...! ─le grité.

─Que quien más amas sepa lo que pasas y no mueva un dedo por ti. (Lucas 10:29-33)

Me giré rápidamente y miré fijamente a la muerte con cara de preocupación.

─¿Quién... quién vive eso? ─le pregunté.

─Él ─dijo la muerte señalándome a Lucas.

Lucas es el hermano desaparecido de Rolly del cual les había hablado al principio, me sorprendió mucho verlo y más con la apariencia que tenía. Parecía un indigente, verlo así me hacía sentir triste, ¿cómo era posible que estuviera así y nadie hacía nada...? Tener que ser un chico que comiera de la basura con tanta gente cerca sin poder ayudarlo, la ropa desgarrada y con calcetines rotos, sin hablar de lo mucho que apestaba.

─Me duele verlo así ─dije un poco triste─. ¿por qué está así...?

─¿Alguna vez has escuchado la historia del hijo pródigo? ─me preguntó la muerte.

─¿El hijo pródigo? ─dije ofuscado─. ¿Qué es eso?

─Seré breve contigo; cuenta en la Biblia que había un hijo menor que quería su herencia para así poder disfrutarla, a este joven se le dio su herencia y luego se fue, creyó que todo le saldría bien, pero terminó igual que como está Lucas ahora. (Lucas 15:11-16)

─Así que Lucas es como el hijo pródigo, ya veo.

─Literalmente no ─dijo la muerte dejándome confundido─, creo que tendremos que hacer un pequeño viaje para enseñarte de que hablo.
Tan sólo hizo aparecer su báculo y lo golpeó contra el suelo, todo se iluminó como antes; ¿a dónde me llevaría ahora?

En el pasado. (Lucas con 6 años)

La luz se disipó por completo y aparecimos frente a un jardín donde estaba un niño jugando con carritos.

─¿Dónde estamos? ─le pregunté a la muerte.

─Estamos en el pasado.

Reaccioné muy sorprendido, creí que no se podía viajar al pasado y la muerte lo había hecho... eso quiere decir que rompió las reglas.

─Creí que estaba prohibido viajar al pasado ─le dije.

─No lo está, ¿de dónde rayos sacaste eso? ─me preguntó.

─¡Tú me dijiste eso! ─le dije algo molesto.

─Jamás te dije eso; dije que no podría mostrarte como hubiera sido la vida de tus amigos si no hubieras nacido, que es muy distinto a mostrarte el pasado.

─Está bien, ¿quién es él? ─le pregunté.

De la nada apareció otro chico, éste parecía un poco enfadado y un tanto molesto, de repente empuja al niño que está jugando con los carritos de juguete.

Los Tres Deseos De La Muerte ©Where stories live. Discover now