PARTE 15

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CAPÍTULO 13
Una Sorpresa Detonante

Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Isaías 53:3

"Viernes 29 de septiembre del 2017"

Al amanecer.

Desperté en aquel edificio donde la muerte me había llevado; contemplar el paisaje me hacía ver que era un bonito amanecer. Cuán grande ha de ser Dios para que lo que haya creado fuese tan hermoso, y si todas sus obras eran así de genial, ¿por qué había cosas horrendas? ¿No todo lo que Él creo debería ser bueno? Pues lo que vi ayer no era algo bueno, entonces, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

─Muerte, ¿cómo pasó todo? ¿Cómo terminó el mundo en este caos? ─le pregunté.

─Está bien, te contaré; Allá en el Edén un ser muy hermoso, lleno de mucha sabiduría, era el sello de la perfección, su vestidura era de todo tipo de piedra preciosa; tambores y flautas estaban preparados para su creación. Era un querubín grande y protector; entre las piedras de fuego se paseaba, en todo lo que hacía era perfecto. (Ezequiel 28:11-15)

─¿Hacía...? ¿qué pasó entonces? ¿ya no es perfecto?

─La verdad no, por la multitud de sus contrataciones se llenó de iniquidad, éste pecó y fue echado del monte de Dios. A causa de su belleza se enalteció, lo arrojó a la tierra y así los reyes lo verían. Con todo lo malo que hizo, llegó a profanar su santuario, sacó fuego de él y fue consumido, ahora sólo eran cenizas y todos en la tierra lo miran, ahora es espanto y para siempre dejará de ser. (Ezequiel 28:16-19)

─Esto es complicado Muerte, ¿de quién estás hablando? ─le pregunté confundido.

─Te hablo del diablo, él no siempre fue malo y créeme JD es muy triste, pero Dios sabe porque pasan las cosas.

Me senté en el suelo y comencé a reflexionar todo lo que me había contado la muerte, pero mi pregunta sería ¿si alguien fue bueno y ahora es malo, no se puede ser malo y luego ser bueno? Mientras estaba pensativo pude ver entre la multitud de personas a Susan, me levanté y comencé a observarla aún más.

─¿Quién es ella? ─me preguntó la muerte.

─Es la novia, bueno, la exnovia de Teddy, mi mejor amigo ─le respondí.

─¿No es amiga tuya también?

─Pues sí; ahora que lo pienso ella dejó a Teddy, puede que estuviera saliendo con alguien más.

─Mejor sería seguirla y sacarte de la duda ─dijo la muerte.

Y la verdad le tomé la palabra, no se trataba de especular cual fue la razón, se trataba de ver la realidad de lo sucedido. Rápidamente bajé del edificio, al salir me tocó correr entre la multitud para poder alcanzar a Susan, mientras corría podía ver como la muerte volaba por lo cielos (él volando y yo aquí corriendo, que desgraciado es él). En ese momento vi como Susan se montó en un taxi y fue ahí cuando me sentí aún más desesperado. La muerte logró alcanzarme, me tomó de la mano y me llevó volando detrás de ella. Cuando el taxi se detuvo estaba ella al frente de un hospital, ¿que haría Susan en un hospital? Llegó el momento en el que aterrizó la muerte, fue allí cuando le pregunté.

─¿No se supone que viene a ver a un hombre? ¿quién rayos se cita con alguien en un hospital?

─Susan Houghton, ¿o acaso no ves...? ─dijo la muerte.

Al entrar al hospital encontré a Susan en una silla sentada, ¿qué estaría esperando?

─Señorita Houghton ya puede pasar ─dijo una enfermera.

Caminé rápidamente hacia el consultorio antes de que entrara, pero fue tarde, ella ya había entrado. Estando fuera pude leer el nombre del doctor que decía: Mercedes Pabilo. En eso se acercó la muerte y dijo.

─Vamos a entrar JD, tenemos que entrar.

Me sujetó de la mano y atravesamos la puerta como si nada. Dentro del consultorio estaban hablando Susan y el Dr. Pabilo.

─Me alegra mucho saber que estás recibiendo TAR ─dijo el Dr. Pabilo─. No quisiera que nada malo te pasara Susan.

─Gracias doctor, me anima un poco su preocupación ─dijo Susan.

En ese momento me quedé pensando en lo que el doctor le había dicho a Susan, había algo que aún no entendía.

─Muerte... ¿qué es TAR?

─Tratamiento antirretroviral ─me respondió.
En ese instante me quedé aún más pensativo, luego vino el conocimiento a mí con un parpadeo.

─Eso no es...

─Sí, es un tratamiento para personas con VIH.

─¿Qué? ¿Cómo? ¡demonios! ─Me encontraba molesto y sorprendido al mismo tiempo, ¿cómo era posible algo así─. ¿Tan bueno estaba el engaño que contrajo VIH?

─JD cierra la boca, no todo el que tiene VIH lo obtiene por medio de la copulación.

─¿Copulación? ─pregunté intrigado.

─Olvida eso... Susan nació con eso por causa de sus padres irresponsables, no puedes culparla a ella, sólo está haciendo lo que tiene que hacer.

Y ahí fue donde lo entendí, no engaña a Teddy, al contrario, lo protege... y yo juzgándola para mal, ahora me siento como un tonto. La muerte se notó algo inquieto, no tenía ni idea de que le estaba pasando.

─JD hazme un favor, que no se te ocurra salir ─me dijo la muerte.

¿Qué rayos? Algo debió haber estado pasando para que la muerte me dijera algo como eso.

─¡JD hazme caso! ─gritó la muerte, pero no hice caso, me dirigía hacia fuera, abrí la puerta y lo vi, era...

¿Quién era y porque la muerte le dijo a JD que no saliera?

Los Tres Deseos De La Muerte ©Where stories live. Discover now