Los Tres Deseos De La Muerte ©

PARTE 30

CAPÍTULO 26
Orientación

El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
Efesios 4:28

Jueves 28 de septiembre del 2017.

En la mañana.

Era una mañana espectacular, me sentía muy renovado. El día de ayer pasaron muchas cosas, como a eso de las 11:00 p.m. le hablé al decano Rolando para explicarle la situación y nos dio a mis amigos y a mí el resto de la semana libre; que bueno era tener como amigo al hijo del decano. Después de eso me fui velozmente al baño, me duché, salí, me vestí e iba por el pasillo con mucha emoción, de la felicidad empecé a cantar.

─Los mismos ojos con otra visión, la misma cara, con otra sonrisa; el mismo cuerpo y otro corazón, los mismos pies, con calma y sin prisa ─canté en la escalera─. El pelo, mi estilo, lo mismo, pero sin el mal; no sé si te soy conocido, soy el mismo, pero no igual ─canté en el comedor─. Tengo mi espada, tengo mi escudo, tengo la fe, para ponerla en acción, tengo una nueva ilusión y nueva canción, un nuevo corazón y un nuevo día que el Señor me regalo; tengo este nuevo amor, que soporto el dolor para darme vida y llenarme valor ─canté en la cocina─. Tengo un nuevo amor.

[Alex Zurdo ft Kike Pavón - Una nueva canción]

En ese momento me estaba preparando un café, mientras estaban Roy y Julieth desayunando. Julieth se veía un poco alegre, pero a Roy le incomodaba mi presencia.

─¡Vaya, vaya, otro cristiano más! ─dijo Roy de forma despectiva─. Se multiplican peor que las cucarachas.

Para nada me gustó su forma de expresarse hacia los cristianos, me acerqué a él y le dije.

─¡Escucha, y escúchame bien! ─le dije con voz firme─. No me importa si te desagrada mi estilo de vida, pero no voy a permitir que te burles de lo que yo creo, ni en lo que cree Julieth, respeta nuestra manera de pensar.

─¡Vete al diablo JD! ─En ese instante se levantó Roy de su silla para gritar─. ¡Vaya basura en lo que crees!

─Por lo menos yo creo en algo y no ando tratando de hacer que otros se sientan mal consigo mismos... sólo desprecias y tratas horrible a los demás porque así mismo te sientes, igual de despreciable.

Me molestó mucho la situación, ponerme a discutir con Roy no me iba a llevar a ningún lado así que era mejor que me fuera.

─Eso está bien. ¡Vete! ─dijo Roy.

─¡Espero y esto te quede bien claro, ahora vive Dios en mí y aunque no viva aún en ti por la cantidad de espíritus que te tienen cegado, algún día llegarás a los pies de Cristo! ─le dije a Roy─. Espero que entiendes que tú y yo no cabemos en esta casa, y no hablo contigo Roy, sino con aquello que está dentro de ti. (Gálatas 2:20) (Lucas 8:30)

Ahora sí, después de decirle eso me fui de la casa, el ambiente era muy pesado y necesitaba tomar algo de aire. Al salir de la casa me encontré a Kate parada al frente de su casa, me dirigí hacia donde estaba ella, ya eran las 8:00 a.m. y ella debería estar en la preparatoria, ¿por qué no estaba allí?

─¡Hola! ─le dije.

─Hola JD, ¿cómo estás? ─me preguntó.