Los Tres Deseos De La Muerte ©

PARTE 43

CAPÍTULO 38
Don De Ciencia

No te echarás con varón como con mujer; es abominación.
Levítico 18:22

Sábado 30 de septiembre del 2017.

Parecía un día normal, un sábado muy tranquilo, de repente recibo un mensaje de Kate avisándome que esta noche habría una fiesta en su casa por la mudanza que tuvieron; tenían casa nueva y querían celebrarlo con sus seres queridos. Me alegra saber que era uno de ellos; me fui hacia su nueva casa a eso de las 2:00 p.m. allí ya estaba Neyla, Liam, Alim, Jaén Franco y un chico más con todos ellos, obvio, aparte de la familia Sanz.

─¡Qué onda Jael! Te presento a Ezra, él es mi hermanito ─dijo Liam, ambos nos dimos un apretón de manos.

─Mucho gusto, yo me llamo Jael, pero puedes llamarme JD ─le dije a Ezra.

A Alim lo había visto en la iglesia, pero no había hablado con él, Liam aprovechó para presentármelo, resultó que estos chicos me caían muy bien, me sentía en familia a su alrededor.
La noche había caído y habían llegado más personas a la fiesta, algunos amigos de los pastores Sanz, eso incluía a los padres de Neyla y a otras personas a las cuales no conocía. Como no conocía a muchas personas preferí quedarme con los que ya conocía. La fiesta estaba muy buena, pero ya tenía que irme; Logan estaba trabajando, Gina estaba con su suegra y Julieth estaba sola, estaba algo preocupado y no quería que nada le pasara así que salí de la fiesta; Kate me había acompañado, estando parado en su pórtico miré hacia la calle y lo primero que se me vino a la cabeza fue "El cangrejo fogoso".

─¿Te pasa algo JD? ─preguntó Kate.

─N-No... no me pasa nada, sólo que sentí algo muy extraño.

En eso salió Neyla de la casa, se veía que se estaba divirtiendo.

─¡Vamos JD, ¿por qué te vas? La fiesta recién está empezando ─dijo Neyla.

─Lo siento, tengo otras cosas que hacer. ─Me di media vuelta para irme, de la nada recordé lo del cangrejo fogoso, me giré, miré a las chicas y les pregunté─. ¿Qué saben ustedes sobre un lugar llamado "El cangrejo fogoso"? ─Neyla se encogió un poco, se veía afectada.

─Ese lugar es una discoteca sólo para gays ─dijo Kate.

─¿Y por qué se puso así Neyla? ─pregunté.

─Lo que pasa es que tengo un hermano, su nombre es Nick, él es mayor que yo por dos años y la verdad no sé como decírtelo ─expresó Neyla─. E-Es que... mi hermano es gay y frecuenta esa discoteca.

Y fue en ese instante que reaccione. Recordé el porque Dios me hizo saber de ese lugar. Me despedí de Kate y de Neyla; rápidamente corrí hacia la esquina para poder tomar un taxi. Al estar allí no pasaba ninguno. Esperando en la esquina de la nada apareció Roy en un auto.

─¿Qué haces aquí? ─le pregunté.

─Sólo pasaba por aquí y te vi allí parado, ¿quieres que te lleve? ─Lo pensé por un segundo, necesitaba que alguien me llevara, pero tenía que ser realista, era el psicópata de mi hermano mayor. Lamentablemente no tenía otra opción y terminé subiéndome en su auto─. ¿A dónde vamos, JD?

─Vamos al cangrejo fogoso.

─¿Por qué jamás me hablaste de tus preferencias?

No me costó nada fulminarlo con la mirada, había sido lo más estúpido que Roy me había dicho en toda mi vida.

─¡No seas tonto, me gustan las mujeres, idiota! ─le grité a Roy.

─¡Está bien, está bien! Sólo era un chiste. ─Yo seguía serio en el auto, él encendió el auto y nos fuimos rumbo al cangrejo fogoso.