― Eh... sí... hola, supongo ― contestó, algo nervioso, mientras la enfermera tomaba su cartilla de los pies de la cama. La mujer la leyó durante unos segundos y volvió a colocarla dónde estaba.

― Soy la enfermera Azar ¿Tiene idea de dónde está? ― le preguntó.

― Pues, no. No lo sé. Supongo que este es un hospital ¿Verdad?

― Este es el hospital de Jartum ― explicó ella. Newt se sorprendió ante la información de que se encontraba en la capital de Sudán ¿Cómo había pasado de estar en Etiopía a estar en Sudán de repente? No podía preguntar nada de eso, así que mantuvo la calma ― ¿Cuántos años tiene, señor Stone?

― Veintisiete años... Disculpe, señorita...

— Azar.

— Eso, señorita Azar ¿Qué día es hoy? ¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?

― Hoy es 2 de octubre, señor Stone. Fue admitido aquí hace cuatro días ¿Recuerda por qué está aquí? —. La enfermera levantó una ceja con preocupación, quizás temía que Newt tuviera amnesia, pero no podía decirle que había sido aturdido con magia. Estaba en un lugar muggle después de todo.

— No, no lo recuerdo — murmuró y se miró el vendaje —. Sé que hubo fuego y luego, perdí el conocimiento.

— Exacto. Su hermano lo trajo pues habían tenido un accidente con un incendio en su casa. Usted se desmayó por el humo y sufrió una fuerte conmoción ― le contó la mujer, un poco más tranquila, mientras le examinaba la vía que tenía conectada al brazo y le toqueteaba el vendaje con cuidado―. Creo que tenemos que ir cambiando ese vendaje pronto.

― ¿Mi hermano está aquí? ― preguntó Newt. No se imaginó un motivo por el cual Theseus supiera dónde él se encontraba ya que nunca le informaba sobre los lugares que visitaba por miedo a poner en riesgo su ubicación.

― Fue a buscar algo para tomar hace unos momentos, allí viene ― dijo la enfermera Azar, señalando a un hombre joven que venía hacia su cama ―. Volveré más tarde, hay que buscar vendas limpias para su brazo.

Newt asintió de forma inmediata, aunque ya no le estaba prestando atención a la mujer, pues había reconocido al hombre que se acercaba de inmediato y supo que no era su hermano. Era Víctor, el muchacho que Velleum le había presentado cuando llegaron al depósito en Etiopía. La enfermera Azar se alejó y salió de la habitación por la misma puerta por la que Víctor había entrado. El magizoólogo lo observó con cautela, ya que no comprendía bien lo que sucedía.

― Eres Víctor ¿Verdad?

― Víctor Stone ― explicó el muchacho, quien llevaba un vaso de plástico con alguna bebida caliente que emanaba vapor. Antes de seguir hablando, este recorrió la habitación con desconfianza ―. Te registré como Samuel Stone y dije que eras mi hermano. Les dije que hubo un incendio en nuestra casa, un accidente prendiendo la chimenea y lo creyeron.

— Entiendo — murmuró, aunque no estaba convencido del todo.

— Supongo que te debo una buena explicación ya que John... quiero decir... Valerian no está aquí para explicarte nada.

― Supongo que sí ― dijo Newt, mientras el otro se sentaba en la silla que había junto a la cama ―. Quizás quieras empezar por decirme qué fue lo que ocurrió.

― Baja la voz — le pidió Víctor, volviendo a mirar a su alrededor —. No olvides que estamos rodeados de muggles.

Bueno... — Newt hizo caso y bajó la voz, pero sus ansias por obtener respuestas no habían disminuido —¿Por qué Valerian me aturdió? ¿Dónde está él ahora? ¿Y qué hacemos aquí, en Sudán cuando lo último que recuerdo estar en Etiopía?

Crónicas de un Magizoólogo - Libro I (Trilogía Orígenes)Where stories live. Discover now