27. Cartas

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Aclaración importante: Este libro (y por lo tanto esta trilogía) fue publicado a finales de 2016, mucho antes de que se publicara la sinopsis de "Los Crímenes de Grindelwald", así que esta historia tendrá variaciones con respecto a todo lo que ocurra en esa película.

Disclaimer: Fantastic Beasts and Where to Find Them pertenece a sus respectivos dueños. Sólo escribo por placer y sin fines de lucro

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CRÓNICAS DE UN MAGIZOÓLOGO

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╔╝DICIEMBRE DE 1918╔╝

╔╝27╔╝

╔╝CARTAS╔╝

Para finales de ese año, Newt Scamander ya había recorrido la gran parte de Europa. Sus vacaciones casi finalizaban pero sus próximos destinos, cuando pudiera tener tiempo de viajar nuevamente, serían los demás continentes. Planeaba seguir con Asia, luego África y finalmente América. La gran Guerra había terminado pues Alemania se había rendido en el mundo muggle y a su vez, asociaciones mágicas habían logrado mantener a raya los disturbios causados por magos tenebrosos. Claro que Newt no había participado en esta última parte pero se mantenía enterado por cartas con la señorita Millmorny, la supervisora de su equipo de investigación.

Ahora se encontraba en un pequeño hostal muggle en Fuengirola, una ciudad de España cazando algunos Gorros Rojos que se arremolinaban en lugares en dónde había ocurrido una batalla sangrienta en 1810. Normalmente, estas criaturas vivían en cualquier lugar en dónde se hubiera derramado sangre humana pero en esta zona había habido ataques a muggles en los últimos días, así que Newt había aprovechado para eliminar la plaga y llevarse algunos especímenes en el interior de su maleta, que se parecía cada vez más a eso que los muggles llamaban zoológicos.

Como estaba en un lugar en dónde no había personas con magia, tenía que tener mucho cuidado para mantener tranquila a su maleta. Si bien esta estaba protegida por la cerradura encantada que poseía, algunas criaturas eran capaces de traspasarla. No todas, sólo un par de ellas pero como dentro de la maleta vivían en su hábitat con tranquilidad, ninguna solía escaparse. Sólo el más travieso lo hacía cada tanto. El Escarbato no era para nada peligroso, sólo le gustaba llevarse tesoros brillantes a su madriguera. En ese momento, por ejemplo, se encontraba encima de la cabeza de Newt quien estaba sentado en una silla, hojeando su cuaderno de notas. El brillante animal negro intentaba con sus manitos llegar a los tornillos de la lámpara que colgaba del techo.

― Te dije que te quedaras adentro ― le regañó el magizoólogo cuando notó que el animalito estaba sobre su cabeza. Quiso agarrarlo pero este saltó al suelo y comenzó a corretear por la pequeña habitación. Luego de diez minutos de perseguir al rápido animal por la habitación, Newt logró meter al Escarbato en la maleta.

Crónicas de un Magizoólogo - Libro I (Trilogía Orígenes)Where stories live. Discover now