"―No lo sé ― contestó él, con franqueza ―. No sé si alguna vez la amé. Ella fue muy importante para mí. Pero también me traicionó. "
[COMPLETA]
Sinopsis:
Newt Scamander fue el autor de un best-seller sobre criaturas mágicas y hoy en día es uno de lo...
Aclaración importante: Este libro (y por lo tanto esta trilogía) fue publicado a finales de 2016, mucho antes de que se publicara la sinopsis de "Los Crímenes de Grindelwald", así que esta historia tendrá variaciones con respecto a todo lo que ocurra en esa película.
Disclaimer: Fantastic Beasts and Where to Find Them pertenece a sus respectivos dueños. Sólo escribo por placer y sin fines de lucro
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CRÓNICAS DE UN MAGIZOÓLOGO
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╔╝JUNIO DE 1918╔╝
╔╝22╔╝
╔╝EL INTERIOR DE LA MALETA╔╝
― En serio, tienes que ver esto.
Eso fue lo primero que dijo Newt Scamander ese fin de semana apenas Tánica le abrió la puerta cuando fue a visitarla. Habían pasado sólo cuatro meses desde que la chica le había confiado a su amigo las pertenencias de su padre. Cuatro meses desde que él había decidido que su maleta sería la mejor opción para construir ese zoológico portátil que el señor Lamarck había planeado en sus apuntes. Newt había estado trabajando en ese pequeño proyecto personal durante todo ese tiempo. Incluso había estado asegurándose de hacer todas sus tareas en el Ministerio con diligencia para poder salir temprano todos los días.
El joven estaba muy entusiasmado por mostrarle a Tánica lo que había logrado hacer con su maleta. Había hecho una gran cantidad de experimentos, había estudiado todos los apuntes del señor Lamarck con celeridad y había comprado cosas para hacerse una oficina en el interior de la maleta. Todo parecía marchar viento en popa y eso lo ponía terriblemente feliz.
― ¿Qué? ― preguntó ella, confundida y dejándolo entrar ―. Te das cuenta de que no nos hemos visto en cuatro meses ¿Verdad?
― Es que tienes que verlo ― murmuró él, más emocionado que de costumbre, pasando a su lado con rapidez y yendo hacia la sala de estar.
― ¿Newt? ¿A qué te refieres? ― lo cuestionó Tánica, siguiéndolo sin salir de su desconcierto. Él caminó hasta la mesita de café y depositó su maleta anaranjada en esta, con una amplia sonrisa.
― ¡Lo logré!
Ella lo miró con el ceño fruncido debido a que seguía sin comprender la emoción de su amigo por su maleta.
― Sé que piensas que estás siendo claro, pero no lo eres, Newt ¿Qué es lo que tiene tu maleta?
