"―No lo sé ― contestó él, con franqueza ―. No sé si alguna vez la amé. Ella fue muy importante para mí. Pero también me traicionó. "
[COMPLETA]
Sinopsis:
Newt Scamander fue el autor de un best-seller sobre criaturas mágicas y hoy en día es uno de lo...
Aclaración importante: Este libro (y por lo tanto esta trilogía) fue publicado a finales de 2016, mucho antes de que se publicara la sinopsis de "Los Crímenes de Grindelwald", así que esta historia tendrá variaciones con respecto a todo lo que ocurra en esa película.
Disclaimer: Fantastic Beasts and Where to Find Them pertenece a sus respectivos dueños. Sólo escribo por placer y sin fines de lucro
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CRÓNICAS DE UN MAGIZOÓLOGO
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╔╝AGOSTO DE 1917╔╝
╔╝14╔╝
╔╝EL BOWTRUCKLE╔╝
―Míralos.
― ¿Dónde?
― Están por allá... ¿Acaso no son preciosos? ― dijo el señor Lamarck, asomándose por un arbusto bastante mullido. Newt se encontraba a su lado. Ambos estaban agachados en el suelo, moviéndose con lentitud para no espantar a las criaturas que estaban investigando. Hacía un día precioso aquella mañana, ni mucho frío ni mucho calor además de que estaban rodeados de árboles y naturaleza. Casi no se oían ruidos a no ser por el sonido del viento o de aves que pasaban volando por allí.
― ¿Qué es lo que ve señor?― preguntó el más joven, asomándose también.
―Ten cuidado, sabandija. No son agresivos para nada, pero no queremos asustarlos y que se escondan de nosotros ― advirtió el mayor.
Thomas Lamarck le había propuesto hace varios meses, que ya que iban a irse de viaje juntos en noviembre de ese año, no había ningún motivo para no hacer expediciones cortas y de paso, ir recolectando información sobre las criaturas mágicas que habitaban los terrenos limítrofes. Por eso, cada fin de semana de por medio, Newt y el señor Lamarck iban a algún lugar cercano a explorar. Aquel día era domingo, de los días libres de Newt en su trabajo en el Ministerio. Se habían levantado bien temprano ese día y habían tomado un tren que los llevaría hasta Baviera, un pequeño distrito al sur de Alemania. Fueron específicamente allí, pues se habían corrido noticias de algunos magos estudiantes de criaturas de que había colonias de bowtruckles en los bosques de esa zona.
― ¡Puedo verlos! ¡Allá! ― exclamó Newt, muy emocionado ― ¡Son muy pequeñitos!
― ¡Shhh!― le chistó el señor Lamarck―. Venga, vayamos despacio a verlos.
Con suma cautela y lentitud, los exploradores se acercaron cuidadosamente a uno de los árboles que estaba en frente de ellos. Efectivamente, había siete bowtruckles a la vista. Tres en una rama y cuatro en otra. Eran unas criaturas de veinte centímetros más o menos y parecían estar hechas de ramitas y hojas de árbol. Tenían unos dedos muy alargados, similares a raíces y unos ojos pequeños y amarillentos. Emitían unos soniditos peculiares al comunicarse entre sí.
