– Eso lo sé y jamás me he opuesto a ello, pero me cuesta mucho trabajo asimilarlo. – Con voz apagada y un tanto desconcertada, me informa. Sus manos sostienen las mías en todo momento, sin dejar de proporcionar caricias en ellas.

Me dedico a observarlo detenidamente mientras me habla de cómo es su sentir. Después, su mirada deja mis manos y sube a mis ojos, y es cuando nuestras miradas se enlazan. Mi corazón detecta tal acción y se acelera por un segundo, mandando corrientes eléctricas a mi cuerpo, haciéndome consciente que jamás podré controlar todo lo que este hombre me hace sentir con una simple mirada.

Medio sonrío, en un intento de no mostrar obviedad a ello y parece funcionar, ya que Harry me regala una sonrisa, en la cual deja a la vista un poco sus dientes y esos perfectos hoyuelos que suelen dibujarse en sus mejillas cada vez que lo hace.

Aparto una de mis manos de él y con decisión, voy hasta su cabeza y comienzo a proporcionar ligeras pero constantes caricias en su cabello, dejando que la suavidad de este se deslice por mis dedos. Debido a mis movimientos, vuelvo a ganarme otra sonrisa de su parte y me percato que sus manos han cambiado de dirección, ya que estas comienzan a sostenerme por la cintura, en un firme movimiento.

– Todo estará bien. – Le aseguro con voz ligeramente temblorosa al tener sus manos sobre mí. En definitiva, jamás me acostumbrare a esto.

– No quiero ser egoísta, mucho menos contigo, pero realmente deseo que estés a mi lado a pesar de todo esto...– Sus palabras son inseguras, pero a la vez son un desesperado grito de temor, donde puedo percibir que realmente teme el que yo no me quede a su lado tras la noticia. – No puedo obligarte a nada, pero...– Cuando me doy cuenta que le cuesta trabajo proseguir, decido detenerlo.

Mis manos se posicionan a ambos lados de su cabeza y hago que él me mire fijamente. – La única manera en que yo no esté más contigo, es al menos que tú lo quieras de esa manera. – Le explico con total seguridad y sin retractarme.

Tan pronto he de aclararle, su agarre se hace más firme y me acerca aún más a él, pegándome totalmente a su anatomía tanto que puedo sentir su respiración. Su deliciosa colonia se adentra a mis fosas nasales, deleitándome como siempre a la frescura que desprende el varonil aroma. Mi respiración es ligeramente entrecortada y la revolución que provoca este tipo de afectos de parte de Harry, se vuelve hacer presente.

– Eso jamás pasará. – Totalmente seguro de sí mismo y de sus palabras, me asegura y eso logra tranquilizarme por completo y darme a entender que esto es solo el comienzo de todo lo que nos falta por estar juntos.

Cortando totalmente la distancia, Harry mueve su cabeza hacía el frente juntando de una vez por todas nuestros labios. Mis ojos se cierran al contacto y me dejo llevar, deleitándome de lo placentero que puede llegar a ser besar sus labios.

En un lapso muy corto de tiempo, nuestro beso se intensifica, indicando la necesidad de este por parte de ambos. Mis brazos se vuelven alrededor de su cuello y sus manos continúan en mi cintura. Sin detener las caricias que proporcionan nuestras lenguas, Harry da un paso hacia atrás y ya se encuentra al borde de la cama, a lo que con la ayuda de él, también llego al instante.

Sin apartar o terminar nuestro beso, Harry toma asiento en la cómoda cama y en un movimiento e indicación de su parte, me coloco horcajadas sobre él. Ya en la posición, sus manos disimuladamente y con calma, cambian su rumbo una vez más y puedo sentirlas acomodarse en mi trasero. Su agarre no es totalmente firme, ya que parece dudar de hacerlo, pero realmente me agrada y deseo que siga haciéndolo.

Al cabo de unos segundos y al no recibir alguna protesta de mi parte a su acción, Harry comienza a mover sus manos –las cuales continúan en mi trasero– proporcionándole delicadas, constantes pero agradables caricias. Algo en mi interior reacciona a sus movimientos y por inercia, me muevo más al frente, intentando pegarme aún más a él. Ante ello, un ronco gemido brota desde lo más profundo de su garganta y admito que escucharlo, provoca el erizamiento de mi piel.

Protect Me ; Harry Styles • EDITANDO • Where stories live. Discover now