(46)

9.3K 639 51
                                    



—¿Estás hablando enserio? —Mi voz es un susurro cauteloso que enmarca mi duda ante sus palabras.

No puede estar hablando enserio. Era ella quien hace días se negaba a unir su vida con la mía. Declinó mi ofrecimiento dejando que los temores la consumieran, para que ahora simplemente acepte ser mi esposa en una condición incierta.

—Si. —Acaricia mi mejilla, y aún con ese tierno gesto puedo percibir algo detrás de sus ojos.

Hay temor, tristeza y una súplica que con seguridad puedo afirmar, no se debe a este tema en específico. Mi mente me dicta un hecho y me niego a creer que quiera utilizar mi sueño para un propósito.

Exhalo bruscamente.

—¿Qué te hizo aceptar ser mi esposa? —Alterno la mirada en sus ojos.

Parpadea repetidas veces y es cuando capto eso que me hace dudar de ella. Saber que hay un fin en su propósito y quiero escuchar de sus propios labios el porqué.

Suspira.

—Lamento mi actitud hace horas. —Baja la cabeza avergonzada. —Me dominó la tristeza y temor de ver a Noah sufrir. Escuchar sus palabras me hizo recordarte en un punto de tu vida y pudo más mi amor hacía ti y compasión a tu pasado, que mi parte racional. Sufriste y hoy pude imaginar directamente el cómo y duele. Cuando se ama de verdad tiendes a ponerte en la piel de esa persona con una facilidad impresionante y créeme que he pensado en darte ese futuro y familia que sueñas. Estás aquí, frente a mí por un propósito y estoy segura que es hacerte feliz el resto de la vida. —Me acerco hasta unir nuestras frentes.

Cierro los ojos e inhalo una gran bocanada de su aroma.

—También te amo, pequeña. —Beso castamente sus labios. Me separo y acaricio su mejilla. Su piel suave me da la bienvenida como siempre y lo disfruto. —No hay nada que disculpar y no quiero que sufras por algo que pasó. Quiero que mis hijos y tú miren el futuro. Que se alimenten de sueños y metas sin pensar en lo que dejamos atrás y lo que fuimos. Quiero hacerte feliz amándote cada día de mi vida. Quiero ser feliz con la seguridad que me da tu amor y la familia que pronto vamos a formar. Ustedes son mis pilares en estos momentos. Sólo con ustedes me sentiré completo y capaz de vencer los obstáculos que nos ponga la vida. —Enreda sus manos en mi cuello en un abrazo firme que me hace sentir completo al percibir esa sensación de plenitud que me encanta.

—No sé qué haría sin ti en estos momentos. Te amo tanto que el imaginar perderte duele. —Sonrío atrayendo su cuerpo hasta unirlo por completo al mío.

—Ya no hay vuelta atrás, pequeña. Estamos conectados de todas las maneras sentimentalmente posible. —Se separa un poco para ver mis ojos.

—¿Iremos a ver a Noah mañana? —Ahí está nuevamente ese brillo al hablar de él.

—Se lo prometimos y los Grey cumplimos nuestras promesas. —Sonríe tímida.

—Todavía no soy una Grey. —Paso mi mano por su mejilla sonriendo con suficiencia.

—Eso dalo por hecho muy pronto, pequeña. —Niega divertida. —Antes tengo algo importante que hacer. —Frunce el ceño.

—¿Qué? Se supone que no tienes trabajo que hacer. —Beso sus labios.

—He postergado una visita más de lo que debía y quiero corregir ese hecho cuanto antes. —No comprende. —Visitar a mi madre. La he tenido un poco olvidada y no es algo propio de mí. —Abre sus ojos como platos.

—Está... —Se detiene.

—Si. Su tumba está en esta ciudad, algo un poco lejos de aquí. —Hace un gesto con sus labios que no sabría identificar.

Hermosa Ante Mis OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora