(1)

14.6K 901 52
                                    


—¿Creíste que estaba contigo porque me gustabas? —En sus ojos hay decisión. Se aprecia claramente que no miente, que cada palabra que sale de sus labios es total y absolutamente cierta, pero mi amor por él es grande, no consigo mi vida sin él.

—No me dejes, Jack. —Lleva sus manos a su rostro visiblemente exasperado. —Yo te amo. He dado todo por ti. —Sus ojos azules se posan en mi. Su rostro descompuesto por la ira me provoca miedo, un miedo que se ha sumado al pánico de sentirme sola nuevamente. De imaginar una vida donde no esté él simplemente me aterra.

—¡Entiende, Anastasia! Lo único que me interesaba de ti era tu dinero . —Cada palabra perfora mi alma. Quiebra en mil pedazos mi corazón. Las lágrimas y sollozos me encierran en un circulo de dolor que amenaza con hundirme. —Ningún hombre te encontraría atractiva. Mírate en un espejo. —Puedo ver el asco que le causo. —No quiero que me busques. Entiende que no te quiero y espero que jamás te vuelvas a cruzar en mi camino. —Sus ojos azules me miran por última vez con ira y decisión. 

Mi cuerpo tiembla por los sollozos descontrolados que emite mi cuerpo. El dolor y la opresión de mi pecho me hacen colapsar. Mi cuerpo se desploma en el frío pavimento. Llevo mis manos a mi frágil corazón sintiendo como la inconsciencia se apodera de mi.

Despierto sudada y agitada por aquella pesadilla o, debería decir recuerdo. Un recuerdo que me destrozó. Que me introdujo en un mundo de sombras y a vivir con el miedo y la inseguridad. A pensar que soy insignificante y débil. 

Limpio el sudor mezclado con mis lágrimas. Respiro rápidamente para normalizar los latidos de mi corazón. Miro a mi alrededor reconociendo el lugar donde estoy. Frente mi se encuentra Kate claramente preocupada. Sus ojos me miran con tristeza, niego lentamente para que no me haga ninguna pregunta. Este es un tema difícil, el recuerdo de aquel sentimiento no correspondido que me llevó por poco a la muerte, fue ese amor no correspondido el cual me llevó a atentar contra mi propia vida. Kate fue aquella persona que estuvo conmigo durante mi deprimente estado mental. Me cuidó y buscó a uno de los mejores psicólogos de Seattle para que me atendiera. Por ella aún soporto todas aquellas humillaciones, aquella rubia me ayuda a levantar mi autoestima y centrarme en que no es imposible cumplir mis metas.

—¿Otra vez esa pesadilla? —Asiento tragando el nudo que se ha formado en mi garganta. Se acerca y se sienta en el borde de la cama. —¿Estás asistiendo a las consultas con Flynn? —¿Cómo asistir a un lugar en donde cobran una fortuna, si no tienes ni un solo peso gracias a tu madre? Niego lentamente. —Anastasia esto no puede seguir así, sabes que tu baja autoestima podría hacerte una mala jugada. —Bajo la cabeza. Este acto se ha vuelto mi costumbre, una marca personal "Anastasia Steele" la cual no puedo evitar hacer. —No quiero perder a mi amiga Ana, eres muy importante para mi. —Siento mis ojos cristalizarse. —Volverás a las terapias con Flynn. —La miro a los ojos.

—Kate, es algo más que el simple ir. —Me mira sin comprender. —Las consultas son excesivamente caras y no quiero que gastes tu dinero en mi. —Puedo ver como contiene su enojo. 

Su mirada se ha vuelto profunda.

—Escúchame muy bien, Anastasia Steele. —Bajo nuevamente la cabeza. —¡Mírame a la cara! —Titubeo antes de hacerlo. —Es mi dinero, ¿Entiendes? —Asiento—, y si quiero regalarlo, votarlo o quemarlo, lo hago porque es mio. Así que vas a ir a esas jodidas consultas a partir del lunes, ¿me entendiste? —Asiento tímidamente. —Ahora vas a levantar tu grande y hermoso trasero y bajaras a desayunar conmigo. —La miro levantarse y pararse en la puerta. —Hay ropa para ti en el armario, date un baño y baja que tenemos visita. —Abro los ojos asustada. El miedo hacia extraños se hace presente. Kate me observa atentamente asumiendo lo que debo estar pensando. —No es un extraño, Anastasia, es mi novio y está emocionado por conocerte. —Niego desesperada mente.

Hermosa Ante Mis OjosWhere stories live. Discover now