(20)

12.1K 794 180
                                    


ANASTASIA


Mis manos tiemblan sin control al ver frente a mi a uno de los múltiples amantes de mi madre. A nada menos que el padre de Christian. Ese mismo hombre que frente a su familia es el padre ejemplar. El abogado intachable e increíble ser social que consagró su labor de vida a defender los derechos de los inocentes. 

Sus ojos me miran fijamente mostrando una profunda advertencia que hace temblar mi cuerpo. El inminente aviso sobre mi relación con su hijo y su desaprobación. 

—¿Estás bien, nena? —Desvío la mirada hacia Christian sintiendo que mi mundo se viene abajo. 

Él es su padre. Por más que quiera decirle la verdad no puedo. Junto a su padre soy la hija de una prostituta y un delincuente que intentó robarle.

Soy cobarde. 

No puedo.

Asiento frenéticamente.

Mi mente me dicta salir corriendo. Huir del dolor que presagia toda ésta situación. Correr sin detenerme al imaginar que toda la felicidad que estoy viviendo junto a Christian se derrumbe.

—¿Por la hija de un delincuente es que sacas a tu madre de tu vida? —Contengo el aliento ante el peso de la verdad en sus palabras. 

Es lo que me he cuestionado. Separar a una familia que siempre fue unida. 

No tengo derecho de arrebatarle el cariño de su madre. No puedo ni siquiera imaginar separarlo de su padre. Simplemente no puedo, puesto que es lo mismo que he anhelado todo éste tiempo. Que mi familia volviese a ser la misma que siempre me dio amor y tranquilidad.

—Es la mujer que amo, y si tu tampoco eres capaz de entenderlo, te pido que salgas de mi apartamento. —Miro a Christian con los ojos abiertos como platos. 

Su mirada intimidante está puesta en aquel hombre que decidió velar por él desde pequeño. 

Esto es una catástrofe.

Mi pasado le está arrebatando todo lo que quiere. Aunque me diga mil veces que no, puedo ver en sus ojos cuanto dolor expresan, por que no aceptan a la mujer que él ha escogido para compartir su vida. 

—Christian... —Me interrumpe bajo aquella mirada gélida que congela mi sangre. 

Sé está jugando todo por mi. Le está cediendo el control completo de su vida a un amor que ha arrasado con todo. Ha llegado como un huracán, derribando muros, destruyendo relaciones y creando abismos de dolor bajo una fractura familiar. 

Esto no es lo que quiero. No quiero que se aleje de las personas que lo aman.

—¿Es en serio, Christian? —El rostro de Carrick muestra desconcierto. —No conoces a ésta mujer. No sabes la clase de mujer que son ella y su madre. —Lo miro fijamente. 

¿Con qué cara la nombra? 

¿Con qué cara me juzga cuando él es su amante?

—Sé perfectamente quien es Anastasia. —Ha adquirido esa postura desafiante que he visto sólo una vez. Frente a Jack. —Sé lo que tengo que saber sobre la mujer que amo, Papá. —El ardor de la quemadura empieza a escocer, pero lo ignoro intentando tomar un respiro en ésta disputa de opiniones y decisiones. 

—Christian, es mejor que hables con tu padre a solas. —Tomo su mano bajo la atenta mirada de su padre. 

Su cuerpo está tenso. Me acerco con cautela intentando apaciguar como siempre su enfado. Llevo la mano a su mejilla obligando su cuerpo a desistir de esa ira que lo acarrea. Conecta sus oscuros ojos conmigo. 

Hermosa Ante Mis Ojosحيث تعيش القصص. اكتشف الآن