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ANASTASIA


Los días han pasado siendo cada uno más difícil que el otro. Christian se ha mantenido un poco distraído en casa. Su atención se la ha robado por completo su madre y en el fondo siento que es lo mejor. Las pocas horas que paso junto a él son valiosas, pero las que pasa con su madre lo son mucho más. No podría enojarme por ello puesto que sé exactamente por lo que está pasando Grace. Es una experiencia vivida en carne propia, de la cual tuve que salir a la fuerza. En cambio ella está rodeada en estos momentos de las personas que la aman. Tiene el apoyo de sus hijos y amigos. Tiene ese soporte que necesita para desechar esa sombra de incompatibilidad en el mundo. Esa sensación de soledad. Esa dolorosa agonía a la cual te somete el dolor.

El ser humano tiende a pensar que sólo cuenta el dolor físico. Que una cortada o fractura causan un dolor inimaginable, pero no es así. El alma es quien más sufre. El dolor es una sensación impuesta por la mente. Una manera humana de hacernos entender que somos reales. Que el daño interno es peor que un golpe. Que quebrar las emociones mata lentamente a la persona. Que una decepción podría costarte la vida como en estos momentos ha pasado con ella. La traición le ha ocasionado un daño reparable a largo plazo. La decepción que le ha causado Carrick fue superior a ella. Se creyó ganadora al haber formado lo que anhelo. Una familia envidiada por el mundo, pero que para ella era más que todo. 

Su mente la traicionó. El amor de su vida la engañó y humilló. Más que su reputación y orgullo, afectó su corazón. La traición de un amor rompe barrera y destruye el alma, pero quien lo supera se hace fuerte. 

El amor se crea para compartirlo, nace con la función de transmitirlo, y por naturaleza es la excepción a la regla del singular. Nadie ama sin merecer. Puedes querer mil cosas, pero el amor es un sentimiento que debe ser recíproco. Que se entrega y por obligación debe ser correspondido sino atraviesas por esa sensación de vacío al no estar junto a esa persona que le ha dado un sentido real a tu vida. 

El recuerdo de Jack llega haciendo que mi cuerpo experimente los residuos de esa sensación. El dolor en aquel tiempo era insoportable. Vivía aferrada a él en todos los sentidos. Se volvió mi vida sin preverlo. Fue mi sueño hecho realidad, y duro fue cuando desperté. Nada tenía sentido. Todo en él marcaba mi vida. Había creado una dependencia hacia su compañía que al darle fin a nuestra relación preferí morir a vivir en ese mar de sensaciones.

La vida no te prepara para sufrir. El destino no te muestra un mapa donde ubicar el verdadero amor. Los sentimientos no te dicen cual es la mejor opción. Simplemente caminas, sientes y vives sin una brújula a expensas de lo que tus ojos vean y la persona frente a ti te demuestre.

El auto se detiene en la clínica. Había pensado visitar a mi padre en compañía de Christian, pero su madre lo necesita. 

Sawyer abre mi puerta, y por primera vez veo un amago de sonrisa ante mis gracias. Creo que la confianza está haciendo su trabajo. La incomodidad de ambos está menguando. El hombre realmente me intimidaba. Parecía una máscara de expresiones que me aterraba.

Entro a la habitación de mi padre en donde soy recibida con una pequeña sonrisa. 

—Cariño. —Le devuelvo la sonrisa.

—Hola, papá. —Me siento en el comodo sofa que está junto a su cama. —¿Cómo te sientes? —Hace un gesto de irritación con los labios.

—Ya no soporto ésta cama. —sonrío. —¿Cómo estás tú? ¿Cómo llevan lo de Grace? —Suspiro profundamente. 

—Christian está muy afectado. Pasan los días y lo siento igual de tenso. —Se sienta en la cama con su espalda recargada en el respaldar. 

—Es lógico, cariño. Es difícil ver que la persona que amas intente quitarse la vida. —Asiento.

Hermosa Ante Mis OjosWhere stories live. Discover now