Mordió mi labio inferior para finalizar el beso y empezó a pasar sus labios por la línea de mi mandíbula hasta llegar al lóbulo de mi oreja, el cual mordió y succionó causando que dejará escapar un jadeo de mi boca.

Deslizó sus labios por el largo de mi cuello, mordiendo y seguramente dejando algunas marcas en el. No pude reprimir algunos gemidos, y eso le encantó porque volvió a repetir el proceso, pero con más intensidad.

— Será mejor que subamos a mi habitación —susurró en mi oído.

No dije nada. Preferí mantenerme en silencio, viendo como se levantaba de encima de mi y esperaba a que yo también lo hiciera. Fijé mis ojos en los de ella durante unos segundos y después me levanté para ir las dos a su habitación.

— ¿Quieres continuar con lo que estábamos haciendo? —pregunté agarrándola por la cintura cuando cerró la puerta de la habitación.

— Por algo te he dicho que subamos. Aquí estaremos más cómodas —dijo mordiéndose el labio inferior.

La puse contra la pared y ataqué sus labios con efusividad y ella me correspondió de la misma manera. Toqué su cuerpo con mis manos, acariciando sus curvas por encima de su vestido.

Dejé un camino de besos por su cuello provocando que jadeara y apretara mi cabello entre sus dedos. Succioné en su punto de pulso haciendo que un gemido saliera de sus labios. Estaba segura de que ahí mañana habría una marca.

Hice que rodeará mi cintura con sus piernas para poder llevarla a la cama y tumbarla delicadamente sobre ella.

Volví al encuentro con sus labios, recostándome ligeramente encima de su cuerpo, pero no por mucho tiempo. Me levanté quedando de pie cerca del borde de la cama. Pude ver como sus labios estaban inchados y rojos por los besos que nos dábamos. Los míos también estarían igual.

Me agaché para quitarle los tacones que llevaba. Luego retiré también los míos de mis pies, y volví a colocarle encima de ella sin llegar a estarlo del todo.

Esta vez besé sus labios delicadamente, pasando mis manos por sus costados. Sentí las suyas por mi espalda buscando el cierre de mi vestido. En ese momento separé mis labios de los suyos para mirarla.

— Camz, no sé hasta donde quieres llegar —dije dejando leves caricias en su rostro —. Puede que aún no estés lista, y yo no te voy a presionar por ello. Será cuando tu quieras, bebé.

— Quiero estar contigo esta noche, Lauren —dijo mirándome directamente a los ojos sin ningún rastro de duda.

— ¿Estás segura? —pregunté para saber si ella realmente lo estaba.

— Lo estoy —dijo con un tono seguro y decidido.

Besé sus labios de forma dulce intentando transmitirle todo lo que me hacía sentir.

— Acabamos de ser novias y ya estamos en tu cama —bromeé provocando una sonrisa divertida en los labios de mi chica.

— Somos rápidas —dijo poniendo sus manos en mi cuello para besarme de nuevo.

Camila POV

Lauren me besaba con lentitud y delicadeza. Haciéndome disfrutar del momento. Parecía querer demostrarme lo que sentía con cada beso y caricia. Además de querer hacerme sentir segura entre sus brazos. Sinceramente lo conseguía, y eso me encantaba.

Sus labios volvieron a invadir mi cuello, al mismo tiempo que deslizaba sus manos por debajo de mi espalda para buscar la cremallera de mi vestido. Me apoyé sobre mis codos para facilitarle la tarea. Ella bajó la cremallera y empezó a quitar mi vestido. Elevé un poco mi cuerpo para que pudiera deslizarlo con más facilidad.

Loving You Despite The Obstacles | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora