JACKJAE

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Jackson había deseado a Youngjae desde hacía mucho tiempo, pero eso no era lo políticamente correcto en alguien como él. Un profesor de escuela secundaria no debería de tener ese tipo de fantasías por un estudiante de clase pudiente, porque no solamente acabaría en la cárcel y sin trabajo sino tal vez muerto o con más de una paliza, pero su cuerpo despedía sexo cada vez que lo veía. Era inevitable.

Las fantasías donde aparecía su joven estudiante se hacían cada vez más frecuentes, aquel sedoso cabello rubio con aquella piel de porcelana y esos labios fijos adornados con esa sonrisa blanca. Lo imaginaba en pijama con bragas color rosa mientras lo invitaba a su cama llena de osos de peluche y una nutria entre los brazos. Aquellas fantasías no dejaban respirar a su entrepierna cada vez que le veía frente a su pupitre mirándolo fijamente mientras él daba la explicación del día.

Eran días más extenuantes que el metro en horas pico en la CDMX, pero por primera vez tenía una pequeña oportunidad de hacer sus fantasías realidad. ¿Por qué? Debido a que hoy después de clase el señor soy tan ardiente que hace que mi profesor la tenga dura un mes había hecho una leve insinuación, fue algo como:

-Profesor! -Se acercó a su escritorio con su mochila roja en la espalda y aquella sonrisa característica que le hacía encender.

-Dígame Señor Choi ¿Qué sucede? – Contesto esperando que su voz no le delatara.

-Respecto a mí calificación ¿no cree que podríamos llegar a algún acuerdo? - Mencionó mientras se acercó tocando su mano derecha y mostrando una sonrisilla insinuante que había visto antes en muchas mujeres. 

Por un momento Jackson se quedó sin habla con una mueca de sorpresa en el rostro. En realidad Youngjae no era un cerebrito, pero tampoco podría decir que era tonto o flojo, era más bien regular. Retiro su mano de la su estuante, alzo sus lentes y trato de reponer su expresión antes de tomar sus cosas y caminar hacia la salida del aula.

-Hablemos de eso más tarde – Susurro, pero su pequeña fantasía alcanzo a escuchar lo suficiente como para sonreír y asentir con la cabeza.

            Ahora estaba lo suficientemente nervioso en la sala de profesores tomando un café que sabía a papel periódico en busca de calmar su corazón y su miembro, además de idear un plan en su cabeza para no perder su empleo e ir a la cárcel en la misma semana. ¡Por dios ese mocoso era tan ardiente y puro! comenzaba a odiarlo un poco. Tenía clase con él mañana así que suponía que le diría dónde, cuándo y a qué hora, pero si ¿en realidad pensaba únicamente en darle algunos billetes grandes y retirarse? Él quedaría como un estúpido pedófilo.

...........

Lo vio en el pequeño patio abandonado de la escuela, por alguna razón que él desconocía había sido olvidado por la intendencia, la dirección y los estudiantes. Ahora estaba lleno de maleza espesa, algunas telarañas, bichos raros y lagartijas. Espero junto a la puerta roja de aquella casucha abandonada donde parecía que inicialmente estaba destinado para la intendencia, frente a sí había unos rosales que cubrían por completo la pared gris de color verde y rojo. Era un espectáculo maravilloso de la naturaleza.

            Youngjae apareció con el cabello arreglado con ayuda de un poco de goma para el cabello, su mochila roja de marca, que seguramente valdría más que su sueldo de un mes y sus pequeños zapatos relucientes igual de caros. Camino hacia él y sin duda fueron los momentos más estresantes de su joven vida-Sí en realidad se consideraba joven aún. Jackson iba con su característica camisa blanca y pantalones negros como cualquier típico asalariado común. Se había quitado los lentes y desabrochado los dos primeros botones de la camisa mientras que su mano derecha estaba metida en el bolsillo de su pantalón. Cualquier mujer se habría mojado ahí mismo con sólo verlo.

GOT7-Mini historias variadas.Where stories live. Discover now