Capítulo 20: El partido

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- Mamá tuvimos que venir a casa para curarle las heridas, por eso se nos hizo tarde y para que no se vaya a su casa de noche se quedo aquí.

- Alisson –me dijo mi mamá muy seria- prométeme... prométeme que se cuidaran si...

- ¡Mamá! –la interrumpí cubriéndome la cara con las manos- no hicimos ni haremos nada.

Kian me miró divertido.

- Eso no es lo que decías anoche.

Mi mamá me miró alzando las cejas y yo le pegué a Kian.

- Esta mintiendo mamá –me quejé pero parecía que le caía tan bien Kian que iba a creerle todo lo que decía hasta antes que a su propia hija-

- Kian es un lindo chico--

- ¿Quieres enrollarte con él ahora mamá?

- ¡Alisson! No seas irrespetuosa, lo que quiero decir es que los dos se llevan bien y lo único que quiero es que tomen medidas y sean precavidos ¿de acuerdo?

- No se preocupe señorita Aspen, yo la cuidaré –le contestó Kian lanzándome una pequeña sonrisa-

- Se que lo harás, pero la próxima vez que te quedes a dormir en la misma cama que mi hija quiero saberlo ¿entendido?

- Entendido.

- Ahora vístanse rápido y bajen a desayunar.

Mi mamá nos miró a los dos por unos segundos y luego salió de la habitación.Le tiré mi almohada a Kian y me crucé de brazos.

- Se suponía que tenías que irte antes de que mi madre se despertara.

- Perdón, no esperaba que fuera tan cómodo dormir contigo.

- Se nota que estabas cómodo, me robaste todas las mantas.

Kian bajó su mirada hasta las mantas que tenía él. Hizo una mueca, se las quitó y me arropó a mi con ellas.

- ¿Has pasado frío a la noche? –me preguntó-

Negué con la cabeza.

- Estábamos prácticamente pegados, así que no. Kian, no hace falta que me sigas tapando.

- Hey, le dije a tu mamá que te iba a cuidar ¿o no?

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Los días pasaron y no había vuelto a ver a Mason, sólo habíamos hablado por teléfono. Kian tampoco me lo había vuelto a mencionar así que no habíamos tenido ningún otro incidente desde la pelea, aunque todos sabíamos que la tranquilidad no iba a durar demasiado ya que faltaba muy poco para que Kian y Mason competieran en el juego de lacrosse.

Finalmente el día llego, y con ello mis nervios, Sebastian y Logan me trataron de tranquilizar diciendo que no iban a dejar que hubiera problemas entre ellos durante el juego, pero después de verlos abalanzándose el uno sobre el otro la última vez no creía que Sebastian y Logan los pudieran detener.

Faltaba una hora para que el juego comience, y todos ya estaban sentados en los asientos de la cancha esperando ansiosos a que los jugadores salieran, todos gritaban y alentaban a sus equipos, era un juego importante.

Yo estaba sentada entre medio de Anne y James, moviendo repetidamente mi pierna sin poder controlarme.

- ¿Puedes calmarte? –se quejó Anne- me pones nerviosa.

- Yo ya estoy nerviosa –le dije- tengo miedo.

- No va a pasar nada –me contestó James-

- ¿Cómo estas tan seguro?

¡Esto es guerra! [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora