Demasiado tarde

939 28 5
                                    

Fue el peor instante de mi vida. Como describir con palabras la sensación de haber sido pillada engañando a tu novio no sólo por él, si no por todos mis amigos y familia. Mi estómago me ardía, por el odio que sentía a mí misma. Abrí mi boca junto a miles de lágrimas instantáneas ante la cara de Liam, cuyos ojos estaban muy húmedos y que sostenía un gran regalo preparado solo para mí. Me rompí completamente por dentro, pensé que me desmayaría en cualquier instante.

Vi marchar a Daniel mientras Sally salía a su búsqueda. Mi madre me miraba muy sorprendida y decepcionada, al igual que todos los demás. Me quedé paralizada, y tras una desgarradora mirada entre mi novio y yo, que no pudimos soportar entre lágrimas, vi como se marchaba. Corrí tras de el, llorando sin cesar. Este se marchó en su coche antes de lo interceptase. Me arrojé al suelo, abatida. Coloqué mis brazos en mi cara, y sentí que todo mi mundo se me venía encima.

Cuando me digné a avanzar, presencié una fuerte discusión entre Sally y Daniel. Me acerqué sin fuerzas para seguir, y me sorprendió una gran bofetada de mi amiga a Daniel, que le dejó la nariz ensangrentada. Este se marchó entonces, no sin antes dirigirle una mirada asesina

—Jessica...—comenzó a decirme Sally, en un tono decepcionante, pero al ver mi aspecto me abrazó muy fuerte.

Escuché a mí madre decir que la fiesta se había acabado y todos cotilleaban mientras marchaban de la casa. La mirada de decepción de mi madre me destrozó. No sabía que hacer para hacer volver todo lo que tenía antes y actuar como si nada de esto hubiera pasado, pero no sabía cómo hacerlo. No podía de sacarme de la cabeza los ojos de Liam, que me miraron llenos de lágrimas. Me sentía tan rota que me encerré en mi cuarto. Lo tiré todo, hasta que no pude más. Me dejé caer en el frío suelo mientras mis ojos no dejaban de llorar. Pasé los días allí, encerrada, sin comer ni dormir. Me sentía como una basura.

Un día, me digné a salir de mi habitación. Mi madre me miraba apenada, debido a mi mal aspecto. Se acercó a mí y me abrazó, cosa que produjo que llorara de nuevo con ella.

—Todo irá bien cielo—me dijo mientras me acariciaba la cabeza.

Entonces un coche paró en mi puerta, y desde la ventana supe de quién se trataba. Me dirigí hasta el coche de Liam destrozada. Me monté en silencio y simplemente no podía mirarle a la cara. Este parecía haber estado llorando porque tenía los ojos bastante hinchados y rojos. Entonces me miró, y juro que me desgarró el alma. Cerré los ojos muy fuerte antes de confesarme.

—Lo siento—dije llorando terriblemente.

Este apretó el volante con fuerza mientras unas lágrimas recorría su mejilla.

—Podría olvidarlo...—dijo para mi sorpresa. —Necesitaría mucho.. tiempo—dijo mirándome y desgarrándome por dentro.

—¿Qué? —dije. —¿Crees que podemos superar esto? Porque yo creo que no—dije pensando por una vez en él.

—¿Como?—dijo sollozando.

—Mantenernos separados será lo mejor para ti —dije llorando antes de bajarme del coche.

Caminaba pero no sentía mi cuerpo en absoluto. El llanto no me dejaba respirar con normalidad y apretaba mis puños a medida que me acercaba a mi casa. Entonces me di cuenta de lo mucho que lo necesitaba, pero ya era demasiado tarde.

Frágiles ©| COMPLETADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora