Veo a través de ti.

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Me levanté al día siguiente deseando que lo que pasó en la feria no hubiera ocurrido nunca. No le conté nada a mi hermano, sabía que si se enterara mataría a Jeremy, y no quería que nadie saliera herido, y menos mi hermano.

Salí a desayunar a un bar cercano y me introduje en el mundo de la lectura para evadirme de mi alrededor. Entonces entró el chico de la playa y su amigo, pero hice como si no lo hubiera visto, ya que él me estaba mirando como de costumbre.

Se aproximaron a la mesa de al lado y sin esperarlo, el chico de la playa se sentó en mi mesa.

—La odisea ¿eh? Buen clásico —dijo intentando llamar mi atención, cosa que falló. —¿No te fías de mí verdad? —preguntó sonriendo.

—Raro sería fiarme de un chico que conocí en la playa cuando me tiró un helado encima y que intenta ligar conmigo —dije con una mirada asesina mientras me disponía a marcharme, cosa que respondió con otra de sus sonrisas mientras notaba que me seguía con su mirada al salir del bar.

Decidí salir a caminar, cuando de repente mi teléfono sonó. Era Sally.

—Jess, ¡podré ir a verte mañana! —dijo casi gritando.

—Eso es genial Sall, te espero aquí —dije. En realidad, me entusiasmaba tener aquí a alguien con quien conversar. Tras colgar, me percaté de que mi hermano se encontraba en la orilla, y no dude en acercarme.

—¿Qué haces aquí? —pregunté, sonando preocupada.

—¿Sabes, desde que llegamos, cuando me siento solo, vengo aquí —dijo.

—¿Por qué te sientes así? —pregunté, mientras buscaba su mirada.

A continuación, me senté junto a él.

— Jess, es complicado. Lo he dejado todo, mi vida entera. Supongo que no estoy pasando por mi mejor momento... siento como si me hubieran arrancado una parte de mi y sé que es una tontería pero no puedo evitar que me afecte —dijo apenado, sin dejar de mirar al mar. Le abracé hasta que se me cansaron los brazos.

—Lo se, es duro. Nada será igual, pero se le parecerá si permanecemos juntos, porque es lo único que importa —dije abrazándole.

Jake nunca se había abierto tanto a mi y le agradecía que lo hiciera. Entonces, entendí el porqué de su propuesta sobre la feria, y la manera en la que se veía cuando hablaba de conocer gente nueva. Tenía claro que iba a apoyarle en todo lo que pudiera. Y en ese momento, me di cuenta de lo que significaba mi hermano para mí.

Seguí sentada en la orilla incluso cuando mi hermano decidió volver a casa. Reflexioné sobre todo lo que me había pasado y ordené mis pensamientos . Sin embargo, no iba a cambiar mi idea de que no volvería a creer en el amor, ya que me habían echo mucho daño y no quería volver a pasar por ello.

Al cabo de un rato, noté que alguien se sentaba a mi lado. Se trataba del chico de la playa.

—¿Tú también vienes aquí para pensar? —dijo.

—Supongo que si —dije tras un suspiro.

—Soy Walden —dijo después de un largo silencio.

—Jessica —dije finalmente.

—Resultas muy misteriosa —dijo esta vez mirándome a los ojos, y pude apreciar el azul que resaltaban de ellos.

—¿Por qué? —dije.

—Pareces dolida, y por eso alejas a la gente de ti, dime Jess, ¿qué ha sido de tu vida? —dijo, leyéndome como un libro.

–No quiero hablar de ello —le dije, mirándole a los ojos.

—Esta bien —dijo.

—Deberías venir mañana conmigo a un sitio especial de la ciudad, allí acudo cada vez que no me encuentro a mí mismo, sé que te gustara —dijo mirando al mar de nuevo.

Entonces un silencio se apoderó de la playa.

—No puedo —dije, me levanté y caminé sin mirar atrás.

Entonces Walden se levantó y dijo: 

—¿Por qué me alejas de ti?

Frágiles ©| COMPLETADOWhere stories live. Discover now