Nuevas sensaciones.

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Sus labios acompañaron mi noche. Dormir entre sus brazos era un placer que me había estado perdiendo. Era increíble la forma en la que me podía hacer sentir.

—Buenos días —dijo acompañado con un beso en la frente.

—Buenos días —dije con una sonrisa.

De repente, desperté de mi mundo celestial con Liam y miré las 26 llamadas perdidas de mi madre y me di cuenta de que me esperaba una buena en casa.

Desayunamos juntos entre bromas y risas y tuve la curiosidad de donde podrían encontrarse sus padres.

—¿Vives solo? —dije mientras masticaba.

—En realidad, no. Vivo con mi hermano Niash, pero vive fuera, solo viene en ocasiones.

—¿Y que hay de tus padres? —pregunté sin más.

—No están, eso es todo.

Fruñí el ceño pero no pregunté, debía ser duro para él. Finalmente, me acompañó al portal y me dió in beso de despedida. Al llegar a mi casa, no había señal de mi madre, cosa que agradecí. Jake me llamó 2 veces esa misma mañana, pero no estaba en condiciones de contestar después de esa noche.

¿Debí haberle contado a Liam acerca del beso con Jake? Quizás no habría surgido nada si supiera acerca del beso, cosa que veo razonable, visto lo visto. Me sentía sucia, tenía que cortar la relación con Jake pero, ¿qué tenía con Liam? Era algo que tenía que saber antes de tomar cualquier decisión. Quizás no significo nada para él. Quizás solo lo significó para mí.

Me levanté muy temprano, así que bajé sin acordarme de que mi madre iba a matarme cuando me viera. Inevitablemente, cuando me giré me sorprendió con sus brazos cruzados y con una mirada desafiante.

—¿Y bien? ¿Donde estuviste anoche? —dijo mirándome fijamente a lo ojos.

—Fui a casa de Sally, me necesitaba —Mentí.

—Mientes demasiado mal —dijo alzando la voz.

—Si papá estuviera aquí estoy segura de que me comprendería—dije.

—Él nunca estuvo aquí, y harás exactamente lo que yo te dicte—dijo gritando.

—Nunca lo elegí, quizás si hubiera podido estaría aquí el y no tú —dije enfurecida.

Entonces cerro los ojos y se marchó. Estaba muy nerviosa. Subí las escaleras lo más rápido que pude y cogí las cosas más importantes. Cuando estaba lista marché a toda prisa ignorando las miradas de mi madre y salí con un portazo.

Al llegar a la casa de Sally, nadie me recibió. De pronto, me vino la imagen de Liam. Como estaba sola en medio de la nada, no había ningún plan mejor, así que me dispuse a ir rumbo a su casa.

Cuando llegué, me sorprendió que un chico alto, fuerte y muy atractivo me abriera la puerta en vez de Liam.

—¿está Liam? —dije extrañada.

—Sí, mi hermano está dentro, pasa —dijo con una sonrisa traviesa en su cara.

Ese chico de iguales ojos verdes era su hermano. —Como dos gotas de agua—pensé.

Frágiles ©| COMPLETADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora