Convénceme (2)

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—Está bien—dijo Walden al instante.

Nos vimos en la playa, donde me condujo hacia su coche. Tras un largo camino, finalmente llegamos a una pequeña cascada rodeada de florecientes flores.

—¿Por qué me has traído aquí? —pregunté.

—Es mi lugar favorito, quería que disfrutarás de el también—dijo Walden, junto a su sonrisa de siempre mientras tocaba el agua.

De repente, comenzó a quitarse su camiseta dejando ver el fibrado torso que ocultaba tras sus sonrisas inocentes. Mientras se desnudaba, no pude dejar de mirarle, al igual que el a mí, y ni yo sabia porque no podía dejar de hacerlo. A continuación y sin esperarlo, se arrojó al agua.

—Vamos, demuéstrame de que estas echa—gritó.

Su cabello mojado hacia atrás iba perfecto con sus ojos brillantes y azules como el cielo y su sonrisa era tan blanca que me hacía derretirme por dentro, aunque no quisiera.

—No gracias—dije sarcástica.

Entonces me senté en una gran roca en el borde del pantano de agua donde Walden se encontraba.

—El agua está estupenda, deberías probarla—dijo el acercándose a donde me encontraba.

—Supongo, pero no traigo ningún bikini —dije, a lo que el respondió cogiendome de la pierna y arrastrándome hacia el interior del agua.

Nuestros cuerpos encajaban como un puzzle y me aferraba a él, ya que no llegaba a la superficie.

—Hijo de puta —grite mientras le arrojaba agua.

Entonces, Walden se acercó y me envolvió en sus brazos, sacudiendome y arrojándome hacia el interior del agua como si de un muñeco de trapo me tratara, cosa que desencadenó juegos entre nosotros, que solo hacían que estuviéramos más cerca de lo que nunca hubiera permitido. Reímos, jugamos y sonreímos durante toda la tarde, y olvidé cualquier tipo de preocupación.

Me parecía tan atractivo que no podía dejar de mirarle. ¿Pero no era eso acaso lo que me mantenía enamorada de Liam? De repente pensé en lo estupido que fue venir con él allí. ¿Es que acaso iba a permitir que jugara conmigo como lo hicieron en el pasado? Estaba claro, pero no iba a permitir que nadie más me hiciera daño, así que decidí acabar con todo.

Me levanté sin decir nada, y caminé hacia su coche, el cual estaba apartado cerca de la zona.

—¿Se puede saber a dónde vas? —gritó Walden mientras sacudía su cabello.

—Necesito marcharme, por favor —dije.

—¿De repente? —dijo extrañado.

Sin obtener respuesta, finalmente accedió a venir hacia donde yo me encontraba y pude notar que estaba enfadado. Se apoyó en su coche y parecía decepcionado.

—¿Otra vez esa actitud? —dijo con una mirada llena de rabia.

—¡Tu no sabes nada de mi, ¿vale?! —dije.

—Pues no, no lo sé. ¡No me dejas saberlo! —gritó aún más fuerte, mirándome a los ojos fijamente.

—¿Por qué quieres saberlo? —grité enfurecida hacia Walden.

—¡Nadie es tu enemigo Jessica! Solo tú misma —respondió él.

—No lo entiendes—gité acercándome a el amenazante.

Y sin mediar palabra, se abalanzó sobre mí y me besó sin esperarlo.

Frágiles ©| COMPLETADOWhere stories live. Discover now