La carta

801 40 3
                                    

Liam sonreía mientras bajaba los paquetes del camión de mudanzas. Se veía tan alegre que casi no parecía el mismo. Su sonrisa blanca como la resplandeciente nieve era la cura a mi desesperación y a todos mis problemas. Bajábamos nuestras cosas para que poco a poco pasaran a ser parte de un nuevo hogar y de una nueva vida juntos.

—El piso es precioso—dije emocionada al respirar la armonía entre las cuatro paredes apoderadas por el eco.

—Tú eres lo precioso aquí —dijo Liam, y me cogió envolviéndome entre sus piernas.

Era realmente tentador y excitante la idea de vivir con Liam. ¿Qué será de dos seres adictos a la sensualidad del otro? No lo sabia, pero no quería tardar en descubrirlo. Supongo que él nunca perdió su esencia, que me hacía enloquecer por el. Su forma de caminar, su carnosa boca y sus profundos ojos verdes que me miraban buscando algún tipo de obediencia ante sus caricias. Me era imposible no volverme loca pensando las cosas que Liam me haría, quizás porque siempre fueron producto de la imaginación.

Mientras colocaba diversas cajas, algo llamó mi atención. Era una carta que nunca había visto.
Estaba perfumada con un olor tan familiar que no me pude resistir a leer su contenido cuando Liam se distrajo un poco.

Esta decía:

<Hola Jessica. Para estas horas ya estarás con él. Siempre tuve la destreza de perder a los seres que más quise, nunca supe por qué. Pero no hace falta saberlo de todos modos. Cuando amas tanto a alguien, ni el amor puede contigo. A veces cometemos errores inborrables que nunca queremos cometer, cuando nos damos cuenta de ese amor, que nos acecha sin miedo y sin prisa, pero que consigue invadir todos nuestros pensamientos. Tenías razón pequeña cabezona, yo era como los demás. Pero pretendía ser alguien diferente, solo por ti. Llámalo inmadurez o venganza, que no seré yo el que lo niegue, dado que es así como realmente soy, y sé que ya todo es en vano. Sé que ya es tarde y no me pueden doler más estas lagrimas que por mi culpa derramo cada minuto que no te tengo, pero no puedo dormir sin ti, y si al menos tus labios pronuncian estas palabras estaré tranquilo esta noche. No te buscaré si el destino así nos quiere juntos nos encontraremos sin duda alguna.

Te espera,

Walden>

Frágiles ©| COMPLETADOWhere stories live. Discover now