Capítulo 22.

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Elemiah seguía besando a William, incrementando la pasión. Aiden, dolido, no pudo evitar mirar hacia otro lado. Una vez ambos muchachos se separaron, William recobró el aliento. ¿Elemiah acababa de besarlo? ¿Por qué?

– Ya veo... —Dijo Aiden, dándose la vuelta— Con que tiempo y espacio, ¿eh?

– Fuiste tú quien besó a Marcos estando conmigo, Aiden... Lo siento.

Aiden se dio media vuelta, indicándole a los vecinos que no había fuego. De hecho, en ese instante, la llama de amor entre Aiden y William acababa de extinguirse por completo. Y, todo aquello que tenía pensado hacer para disculparse, simplemente se desvaneció, dando paso al recuerdo del beso entre aquel hombre y el que fue el amor de su vida.

William miró a Elemiah, sin saber que decir. ¿Por qué lo había besado? ¿Por qué lo había defendido de aquella manera frente a Aiden? Como si el serafín hubiese leído la mente del muchacho, Elemiah empezó a hablar antes de que William formulara sus dudas.

– He notado que ese chico te ha hecho mucho daño, así que he asumido que no querrías hablar con él. Como veía que no creía que yo era tu nueva pareja, te he besado porque es lo que hacen las parejas. 

– Oh, ya veo... Gracias, supongo.

– No hay de qué, Will... —Susurró Elemiah, aunque el muchacho lo escuchó a la perfección.

– ¡Will! —Exclamó Elizabeth, corriendo hacia su hermano.

– Hola, enana... ¿Qué tal estás?

– Bueno... Nadie se mete conmigo. Aunque Mindy no deja de recordarme nuestra conversación cuando se enteró de que estaba durmiendo en casa de los Marsh... Además, Mike está raro. Dice que siente como si tuviera algo importante qué hacer, pero que no recuerda que es...

– Oh, vaya... ¿Sabes si Aiden se está quedando en su casa estos días? 

– Solo se queda esta noche. Mañana se vuelve a New Hollow. ¿Qué tal en Lexington Academy?

– Bueno, no me salvo de las asignaturas de los mortales... Aunque ya domino mejor mis poderes. ¿Verdad, Elemiah? —El hombre miró fijamente a la niña frente a él. ¿Por qué William le estaba contando todo aquello?

– William. ¿Por qué le cuentas todo esto a esta niña y no a Aiden?

– Porque, esta niña, es mi hermana. Por eso.

– Oh, ya veo... Soy Elemiah, el serafín encargado de entrenar a William para que domine sus poderes.

– Encantada... —Dijo la niña, viendo el torso desnudo del hombre frente a ella. 

Elizabeth miró a su hermano y volvió a mirar al serafín. William se sonrojó, sabiendo lo que su hermana estaba pensando en aquel momento. Elemiah chasqueó los dedos, mostrando sus grandes alas blancas a una niña que se quedaba boquiabierta.

– ¿Recuerdas qué creía que era un brujo? —Dijo William, mostrando sus alas también— Resulta que Pop era un serafín. Como Elemiah.

– ¿El abuelo era un serafín? —Preguntó Elizabeth, sorprendida— Entonces, tú...

– Soy mitad brujo y mitad serafín. —Sentenció William, sonriendo a su hermana.

– ¿William? —Preguntó la niña,mirando fijamente a su hermano— ¿Puedes hacerme volar? Siempre he querido volar por el bosque...

– Nunca lo he probado. —Sentenció William, mirando a su entrenador— ¿Qué piensas, Elemiah?

– ¿Por qué no? —William estiró el brazo, apuntando hacia la muchacha.

Tras La Puerta Del Infierno [Remastered]Where stories live. Discover now