Tras La Puerta Del Infierno [Remastered]

Capítulo 19.

– Raven está estable. —Sentenció Beau, dejándola sobre una camilla en la enfermería— Le han administrado una droga muy fuerte que tenía bloqueados sus poderes y la dejaba completamente sumisa al control de los demás.

– Debe de ser... —Dijo Karen, mirando a su marido.

– Es hora de que conozcas la verdad, Will. —Sentenció Delia, acercándose a su hijo.

– Tenemos que salvar a Olivia... —Respondió William, una ver recobró el control de su cuerpo.

– Ya habéis visto lo que hay ahí abajo. Y, os puedo asegurar, que eso no es ni la mitad de lo que está en juego... Vuestra amiga puede esperar, chicos. Yo era una bruja. —Sentenció la mujer, comenzando con la historia— Y como una, vine a estudiar aquí.

Varios años atrás... 

En Lexington aprendí a controlar mis poderes. Además, conocí a gente maravillosa. Un año, tu padre apareció en esta escuela, enviado por su padre. Al parecer, tu abuelo era un ángel que renunció a su condición por amor. Y tu padre podía haber heredado sus habilidades. Durante meses, intentaron desbloquearle unos poderes que no existían.

Durante su estancia en Lexington, George y yo empezamos a ser muy íntimos. Se podría decir que fue amor a primera vista. Tuvimos una cita, dos, tres... Hasta que decidieron sacarlo de la academia una vez verificaron que era humano. Yo estaba muy enamorada de él. Y, el simple pensamiento de no verle más, me dolía demasiado. Por lo que le confesé mi secreto. 

Al terminar el curso y ser libre, me mudé a Lexington en busca de aquel muchacho. Quien me esperó, diciéndome que no le importaba que yo fuese una bruja. Que me amaba y que estaría conmigo hasta el fin de nuestros días. Poco después descubrí dos cosas que cambiarían mi vida por completo: La primera era que estaba embarazada. La segunda era que, tras las puertas de Lexington Academy, se escondía un grupo secreto llamado Los Hombres Sombra que buscaban al Híbrido capaz de sacar a los Cuatro Jerarcas del Otro Lado.

Tres años después de nacer tú, nació Elizabeth. Y, tres años más tarde, Eleonor, una compañera de clase de cuando iba a la academia, vino para llevarte con ella. Al protegeros, fui gravemente herida. Y, en un acto de misericordia o de pura maldad, Eleonor me obligó a beber su sangre. Tras tragar, la maté, clavándole una estaca en el corazón. Pero, el agotamiento y las heridas terminaron matándome a mí. 

Resucitando de entre los muertos, no pude controlar mi sed, bebiendo sangre de un vecino, el cual enterré en el bosque, completamente arrepentida. Me había convertido en vampiro. Y, por ello, decidí fingir mi muerte. Una vez me enterrasteis, decidí salir del ataúd y desaparecer con la ayuda de Karen y Beau, que eran los únicos que sabían la existencia de Los Hombres Sombra.

Beau hizo olvidar a todo el pueblo la existencia de las criaturas sobrenaturales y les hizo creer que yo me había suicidado por una depresión. Durante estos diez años, he estado aprendiendo a controlar mi sed y a vigilar que los Hombres Sombra no vinieran a por vosotros.

En la actualidad...

– Pero George te metió en la academia en cuanto se despertaron tus poderes mágicos.