Capítulo 6.

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*De izquierda a derecha: Francis Becker, Zachary Becker y Charles Peterson*

– No me digas que George te ha enviado aquí... —Dijo el hombre que respondía al nombre de Beau— ¿Se puede saber por qué?

– ¿Puedo ir a hablar con ellos? —Le preguntó el muchacho a Ashton, quien sonrió y asintió con la cabeza, volviendo al campo de lacrosse.

Al muchacho le invadían demasiados recuerdos. Al volver a ver a los mejores amigos de su difunta madre, William no pudo evitar recordar los buenos momentos en los que ella estaba viva, las miradas y sonrisas que le regalaba tanto a él como a su infante hermanita. Pero, entonces, no pudo evitar recordar el día en que decidió quitarse la vida. De eso hacía ya diez años pero, para Will, seguía pareciendo como si hubiese sido ayer. 

– ¿Qué puedo decir? La ropa de mi armario empezó a levitar a mi alrededor y mi padre lo vio. Sin decir nada más, me encontraba aquí. 

– ¿Es posible? —Le preguntó Beau a Karen, quien levantó los hombros— Ya veo... Hablaré con él.

– ¿Para qué? Hay cosas que, simplemente, no merecen la pena... Y mi padre es una de ellas, Beau.

– No te preocupes por eso, Will. —Ahora fue Karen quien hablaba— Nosotros nos encargamos... En todo caso, si no sabes por qué eres capaz de levitar objetos será mejor que vayas a ver al director para que te lo explique.

– ¿Por qué todos habláis como si fuera normal? —Preguntó el castaño, mientras los adultos soltaron una breve carcajada, alejándose.

– Bienvenido a Lexington Academy, William...

El último timbre sonó. William se encaminó a Secretaría, dispuesto a conocer la verdad sobre lo que ocurría tras la puerta de aquel infierno. Al entrar, la secretaría se lo quedó mirando. 

– ¿Otra vez aquí, señor Morrison? ¿Que necesita salir de nuevo?

– No. —Sentenció el muchacho, frío. La pelirroja se sorprendió por el tono del muchacho, asustándose un poco— Vengo a que el señor Terrance me diga que pasa aquí. ¿Por qué todos ven normal mis habilidades? Es como si no fuera raro levitar objetos...

La puerta del despacho se abrió. Thomas Terrance apareció en la sala, aplaudiendo a William, quien lo miraba fijamente.

– Vaya, señor Morrison... ¿Qué ha tardado en preguntar? ¿Cinco horas?

– Habría venido antes, pero debía asistir a clase. —El director reía ante el comentario del castaño, a quien invitó a entrar a su despacho. 

El director cerró la puerta, detrás suyo. El castaño se sentó mientras que el director llegaba a su butaca.

– ¿Por dónde quiere que empiece, señor Morrison?

– Supongo que por el principio. ¿Qué es este lugar? 

– Bienvenido a Lexington Academy, el internado de criaturas sobrenaturales más misterioso del país. 

– ¿Criaturas sobrenaturales? —Preguntó el muchacho, boquiabierto.

– Así es, señor Morrison. Esta academia fue creada por mi padre Louis Terrance a finales de los años 40. Mi abuelo siempre había sido un fanático de las artes oscuras y lo sobrenatural. Descubrió que en este mundo existen diferentes razas de criaturas sobrenaturales. Algunos ejemplos son los hombres lobo, los brujos, los vampiros...

***

William se encaminaba pensativo a su habitación cuando su cabeza comenzó a dolerle. Imágenes de esta mañana en el bosque lo azotaban, haciendo que el muchacho recordara a los dos vampiros que lo atacaron y lo que Raven Lovelace era capaz de hacer. 

Tras La Puerta Del Infierno [Remastered]Where stories live. Discover now