Capítulo 39.

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Ajiel se teletransportaba junto a sus hermanos, pero la Bestia predijo el movimiento, saltando sobre los tres Jerarcas, que salieron disparados montaña abajo. Caleb dejó escapar otro gruñido terrorífico, corriendo a por Evan, quien se encontraba en el medio.

– ¡Caleb soy yo, Evan! —Exclamó el Guardián, mirando a su amigo— ¡Somos amigos! ¿¡Recuerdas!?

– ¡Cuidado, Evan! —Exclamó Duke, haciendo que Evan se teletransportara, al ver que su amigo no se paraba.

Los Jerarcas aparecieron de nuevo, siendo golpeados por la Bestia. Le lanzaron dagas y usaron sus poderes contra él, pero nada podía pararlo. Los Jerarcas estaban malheridos y, al caer al suelo, la Bestia se dio la vuelta para atacar a sus amigos, fuera de control.

Olivia cogió a Duke, teletransportándose lejos de la ruta que seguía Caleb en su carga. Katia saltaba a un lado, rodando y Evan trataba de detener a su amigo hasta el último segundo. En una segunda carrera, Katia  extendió sus dos brazos, colocándose en el medio.

– ¡Katia! ¿¡Qué haces!? —Exclamó Olivia, viendo a su hermana.

– ¡Yo lo he convertido! —Exclamó Katia, mirando a la Bestia, que corría hacia ella— ¡Dejádmelo a mí! 

Caleb corría hacia la bruja, la cual hundió sus pies en la nieve. Katia gritó el nombre del Guardián, mientras generaba un huracán con las manos. El cuerpo de la Bestia era empujado hacia atrás, levantándole todo el cabello. La Bestia se detuvo, mirando a la muchacha frente a ella.

– ¡Caleb, detente! ¡Soy Katia! ¡Toma el control! 

La Bestia aulló, mientras que el cabello del Guardián volvía a su tamaño normal, sus uñas se hacían más pequeñas y sus ojos volvían a ser de ese azul turquesa que tanto le encantaban a Katia. La bruja se acercó lentamente al muchacho, el cual volvía poco a poco en sí. El cuerpo de Caleb cayó hacia delante, siendo sujeto por Katia, quien miraba al Guardián fijamente a los ojos.

– Estás a salvo... —Dijo Caleb, mirando a la bruja.

– ¿Cómo? —Preguntó Katia.

Pero, antes de recibir una respuesta, Caleb besaba los labios de la muchacha que lo sostenía entre sus brazos, dejando a la muchacha sin respiración. Hasta que uno de los Jerarcas llamó la atención de los cuatro muchachos.

– ¡Ya basta! —Exclamó Zebulón, levantándose del suelo y elevando a Duke al aire, ahorcándolo— ¡Como deis un paso más, le saco la columna vertebral por la boca!

– A... Ahora Olivia...

Olivia elevó los brazos, haciendo aparecer hielo, que creó una jaula que rodeó a los tres Jerarcas. Duke cayó al suelo, siendo sujeto por Olivia.

– Te tengo. —Sentenció la bruja, cogiéndolo al vuelo.

– Aprovechemos para coger el receptáculo.

Los cuatro se alejaron, subiendo montaña arriba. Pero el sonido del hielo romperse, les hizo darse media vuelta. Duke lanzó la primera Espada por inercia, clavándola en el centro del tórax de Ajiel, quien preparaba un ataque. Dejó caer un gemido de dolor, mientras caía de rodillas al suelo

– ¡Ajiel! Estás herido...

– No... No es nada... —Pero el Jerarca comenzó a escupir sangre

Evan atrajo la espada como Guardián del Equilibrio que era. Zebulón miró a sus enemigos y luego a sus hermanos. Él representaba el poder divino y, como tal, gran parte de él ansiaba luchar y matar. Pero su hermano estaba malherido y eso era superior a cualquier impulso natural.

Tras La Puerta Del Infierno [Remastered]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin