Capítulo 10.

95 6 0
                                    

Mientras que William esperaba que las clases de aquel día terminaran, Elizabeth tuvo que enfrentarse a su mayor reto hasta el momento: el defenderse de una novia celosa.

Elizabeth se encontraba en el pasillo, cuando sintió como unos brazos la sujetaban y la arrastraban a una taquilla. Al sentir el duro metal en su espalda, pensó que, quien fuera, iba a hacerle daño. Al encontrarse con Mindy, supo que todo aquello se trataba de su estancia en casa de Mike.

– He oído que te has escapado de casa y que vives en casa de mi novio.

– Yo... Pues... Sí...

– ¿No podías haberte largado con tu hermano, sucia perrita? Tenías que ir a lamerle el culo al novio de otra, ¿verdad?

– No... No sé a qué te refieres, Mindy... 

– Oh, vamos... Todos saben que estás enamorada de MI Mickey... —El "mi" de Mindy había sonado tan obsesivamente posesivo que Elizabeth no pudo evitar intentar retroceder dos pasos, recordando que se encontraba junto a una taquilla— ¿Por qué no vuelves con papi y dejas de interponerte entre Mike y yo? ¿O también se ha deshecho de ti como con tu hermanito?

– No tienes ni idea de dónde te estás metiendo, Mindy... —Elizabeth tomó valor de donde menos esperó, asustando a la muchacha frente a ella, quien retrocedía unos pasos. Algunas hojas volaron por una fuerte brisa que azotó el pasillo— A Will no le metas en la convertación, puta celosa.

– Vaya, veo que la perrita muerde... Tú si que no tienes ni idea de donde te has metido, querida.

– Que bien que os veo juntas. —La voz de Mike separó a ambas muchachas. Las hojas cayeron al suelo y el viento que se había levantado había desaparecido junto al ruido de una ventana cerrarse— Así puedo decirte, Mindy, que Liz se quedará una temporada en mi casa...

– ¡Qué bien! —Gritó la muchacha, con un tono fingido y una falsa sonrisa— Ya tengo alguien con quien hablar de cosas de chicas cuando me quede a dormir en tu casa...

– No sé si asustarme. —Bromeó Mike, haciendo reír a ambas muchachas.

– Cindy me estará buscando... —Dijo Mindy, abrazando a su novio y mirando de reojo a Elizabeth, quien se tensó— Hasta ahora, Mickey.

Cuando la novia celosa se fue, Elizabeth se dio media vuelta para irse llorando a su clase, pero Mike la sujetó del brazo, viéndola llorar.

– ¿Qué te ha dicho? Sé que no era una casualidad que Mindy estuviera hablando contigo...

¿Qué debía hacer? ¿Confesárselo todo? ¿Para que Mike y Mindy discutieran, cortaran y se extendiera el rumor de que ella los había separado? ¿Mentirle y no decirle nada? ¿Para que Mindy siguiera metiéndose con ella? Se soltó bruscamente y se dio media vuelta. 

– Nada. —Sentenció, fría y tajante— No me ha dicho nada.

Elizabeth empezó a caminar por el pasillo en silencio. Mike miraba a la muchacha irse sorprendido de la reacción que acababa de tener. ¿Por qué le había hablado así? ¿Qué le habría dicho su novia para que Elizabeth lo hubiera tratado de aquella manera?

Algunas lágrimas juguetonas caían de los ojos de Elizabeth, quien entraba en el aula de séptimo. Al fin y al cabo, era un año más pequeña que Mike y, por ello, no era más que una niña, al lado de Mindy. Porque sí, con doce años, se seguía siendo una niña. Y, con trece, ya se era toda una adolescente.

***

La noche finalmente se alzó sobre el cielo y William se encontraba desnudo en una de las duchas de los dormitorios de los chicos.

Tras La Puerta Del Infierno [Remastered]Where stories live. Discover now