La llamada de fuego

4.6K 630 26
                                    

(Por: Emmeline)

—Nada mal, señorita Britt.

El profesor Mantor nos miró con una sonrisa aburrida, como si no hubiera esperado algo menos de nosotros.

Hizo surgir una cápsula dimensional para el cadáver del chico y empezó a caminar sin mirar atrás.

Todos lo seguimos obedientemente en silencio, aunque no hubiera importado si conversábamos, alguna legión de grillos estaba armando una orquesta en medio del bosque. O tal vez eran gritos de guerra en plena batalla. En estos tiempos locos, ya no sabía qué esperar.

—No digamos una palabra —murmuró Irina cuando tuvimos que tomar turnos para cruzar un arroyo que se atravesó en nuestro camino—. Que lo descubran en la Cofradía, haré que mi padre lo investigue. Si alguien lo incriminó, va a pagar por ello. Kyle no merece cargar ese peso con él.

—No es un asesino —murmuré yo.

—No creo que piense eso.

Lo hace, quise responder. No sabría explicar cómo estaba tan segura, pero lo sabía. Kyle se sentía fatal por ello. Algo en la forma en que sus hombros se hundieron cuando vio al chico me lo dijo, en la impotencia en su voz cuando reclamó que estaban muertos, que ya nada podía solucionarse. Lo vi tomar impulso y caer del otro lado limpiamente.

—¿A la de tres?

Irina sonrió, como en los viejos tiempos, cuando solo éramos ella y yo.

Saltamos el arroyo en perfecta sincronía, aunque por supuesto, su gracia al caer era inequiparable.

Era más medianoche cuando volvimos a la academia.

—¿Alguna idea de quién era? —Preguntó el profesor mientras recogía nuestros collares—. Luce demasiado joven, es casi un niño.

La mano de Irina se cerró sobre mi muñeca, reteniéndome de decir algo.

—Ni idea, señor —dijo formalmente—. Pero lucía bastante mal cuando lo encontramos. Algo lo había atacado antes y creo que nos atacó porque seguía en modo de ataque. Cuando nos dimos cuenta, ya estaba muerto.

—¿De verdad? —Preguntó con interés el profesor.

—Sí. Hay una herida de varios días en su costado, eso lo hubiera matado si tardábamos una hora más en dar con él.

—Ya veo —murmuró él pasándose una mano por la barbilla—. De todos modos, la Cofradía querrá saber que pudimos encargarnos. Buenas noches.

Todos repetimos "Buenas noches" y nos encaminamos hacia los dormitorios.

Continuamos la discusión que habíamos empezado hace un par de horas

—Si Driggers no actuaba solo...¿por qué no nunca lo vimos con nadie más?

—Pero hay alguien más, ¿cierto? —Insistió Kyle.

—Sí, tiene sentido...así logró controlar a todos los maestros —murmuró Irina a toda velocidad—. Si lo piensan bien....¿cómo iba él solo a lanzar un encantamiento sobre tantas personas?

—¿Entonces de qué estamos hablando? ¿Quién más? ¿Otro maestro? ¿Un grupo? ¿Gente de fuera? ¿Por qué alguien más querría combinar submundos y demonios?

Irina lo miró como si fuera idiota.

—¿Qué? —Reclamó él.

—Poder —respondió ella de manera exasperada—. Un submundo poseído es diez veces más poderoso que uno común. ¿Recuerdas a Lupus? Entre los cuatro apenas pudimos con él. En un día regular, lo hubiéramos reducido en cinco minutos.

—¿Poder para qué?

—Para lo que sea —replicó ella—. Eso es lo de menos. Alguien en algún lugar piensa usar submundos poseídos como arma. Estuve averiguando sobre nuestra teoría de la guerra. Nadie dice nada sobre eso en la segunda guerra celestial, así que estoy descartando lo que dijo Mirmidane. Driggers lo mencionó —se tomó de la cabeza como si hiciera un gran esfuerzo por recordar—, dijo algo sobre la hermandad descubriendo secretos en bibliotecas.

—¿Qué hermandad?

Irina tenía de nuevo la expresión de que le dolía la cabeza.

—No lo sé. Mi memoria no estaba concentrada en recuperar sus palabras.

—Bien, entonces lo otro. ¿En qué nos estamos metiendo? ¿Una conspiración?

—¿Qué clase de conspiración tiene acceso a hechizos que nadie conoce?

Irina se irguió de repente.

—Eso es.

Todos saltamos.

—¡Eso es Kyle! ¡Esa es la razón por la que el consejo nos ha nombrado criminales peligrosos! Explicamos lo de los submundos, pero nadie vio ninguna prueba de que fuera cierto, excepto los pergaminos. Y eso no demuestra que lo hubiera conseguido, a lo mucho que estaba demente. ¿No lo ven? Ellos deben creer que estamos mintiendo sobre los submundos para salvar nuestro pellejo.

Los chicos demoraron en reaccionar, poco acostumbrados a Irina saltando de un tema a otro sin problemas.

—Pero tienen el cadáver de Driggers —me adelanté— y las pruebas de que era un mago negro.

—Sí, ¿pero qué tienen que ver los submundos en esto? Ni siquiera han analizado esa parte o la hermandad Lupus habría venido a interrogarnos. No lo estaban ocultando, solo lo han descartado porque creen que es absurdo.

—¿De verdad? ¿Tan poco creíble soy? —Intentó bromear Kyle

Irina adquirió esa expresión de que repasaba mentalmente cien casos al mismo tiempo.

—Tengo tres ministros, cinco historiales criminales que podrían encajar y debería contactarme con algunos amigos para averiguar más.

Todos la miramos estupefactos y ella se encogió de hombros.

—Es una hipótesis por comprobar —se excusó.

—Alguien lo llamó —dijo James de repente.

—¿Disculpa?

—Alguien lo llamó....no puedo creer que se me haya olvidado. Driggers recibió una llamada de fuego, por eso dejó la cabaña y yo pude bajar a liberarlos.

La comprensión me golpeó con fuerza y fui incapaz de ordenar mis ideas. Irina se adelantó con algo en lo que no había pensado:

—¿Qué tipo de llamada de fuego?

—Un pájaro en llamas que rompió una ventana. Driggers salió fuera y le dijo al lobo que me mantuviera controlado. ¡Ahí está! Alguien de las personas con las que trabajaba lo llamó.

—Pero si alguien lo apoyaba, ¿no hubiera venido a rescatarlo cuando lo matamos? ¿O después?

—Yo fui a enviar el mensaje a Rushton inmediatamente y la Cofradía debe haberlo recibido un minuto después. Si hubieran llegado por él, se hubieran tenido que enfrentar a la Cofradía.

—Pero ellos no podían saber que venían....a menos que....

—A menos que supieran que la Cofradía venía —dijo James—y eso solo es posible si ellos mismos están en La Cofradía.

—¿La Cofradía con infiltrados? —pregunté. No me gustaba el curso que tomaban nuestras hipótesis.

—La Cofradía, la Cofradía —repitió Nina— ¿y si todo este tiempo es la Cofradía la que está metida en este asunto?

-----------------------------------------------

Hola a todos!

Es jueves así que me dio por subir otro capítulo mientras todavía dure el día. 

Espero que les esté gustando, comenten siempre que puedan. En facebook he colgado una recopilación de comentarios que me divirtieron en esta y otras novelas :)

¡Besos y calma!

Valeria

La señal del vampiro (Igereth #2)Where stories live. Discover now