~Capitulo 48.

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Rogué a mis padres en los días que quedaban de Navidades que nos fuéramos a casa, no quería volver a ver a Niall, lo quería olvidar. Necesitaba olvidarlo. Mis padres no me comprendían, pero mi madre,igualmente,  reaccionó y me abrazó a ella con mimo y cariño. Acarició mi pelo y me beso, lo recuerdo bien, ya que me dijo las palabras que más quería oír y que no fueran "¿Qué te pasa?". Me dijo: "Mañana volveremos a España" Y así fue.

Acabaron las Navidades y empezaron de nuevo las clases. Pasaron lentas, aburridas y sin ninguna novedad... Odiaba a los chicos de mi curso, ya que todos eran unos imbéciles. Siempre pensaban en rubias con tetas y culo y nunca se fijaban en mi... Pero tampoco quería que un gilipollas me quisiera, pero en verdad, siempre estaba ahí la duda... La molestia de que te critiquen a tus espaldas, que se rían de ti... Me hacía sentir mal... Muy mal, y mi madre se dio cuenta de mi depresión, pero no se acercaba por que yo tenía mucho temperamento y estallaba con facilidad...

Pasaron las semanas y los meses y llegamos por fin a Abril donde celebraríamos pascua... Mis padres dijeron de si quería ir a un campamento en estas fiestas de pascua para conocer más gente, ya que me sentía muy mal con los de mi instituto... Todos eran iguales y las chicas con sus novios se perdían y mis amigas eran falsas... Acepté con desgana ya que estaba cansada de todo, y tampoco creía que aquello me pudiera ayudar demasiado... 

Había vuelto de nuevo el calorcito de primavera y podía volver a llevar shorts, me encantaba llevar shorts. En verdad odio llevar muchas prendas, me agobio, me encanta el calor.

Llegaron por fin las fiestas de pascua y me llevaron en coche hasta el campamento. Me habían inscrito hace ya tiempo y estaba todo listo. Todo esto era para olvidar, hacer nuevos amigos y sentirme bien de nuevo. 

Arrastraba mi maleta por el caminito de tierra mientras que me dirigía a la secretaría con mis padres. Me indicaron cual era mi cabaña y con que grupo iba a ir, ese día nos colocaríamos todos para decirme que camiseta debía llevar o etc. Me despedí de mis padres y después de dejar mi maleta en un lugar seguro, salí a fuera tranquilamente... Cuando entonces vi gente pasar corriendo y me eché hacía atrás asustada. Caí al suelo de culo y me quejé, pero lo peor de todo es que noté como algo me salpicaba. Alcé la vista entrecerrando los ojos ya que pegaba mucho el sol y vi a una chica riendo y sonriendo, respirando agitada como si hubiera estado corriendo y con un neopreno puesto, una coleta alta de pelo rizado y castaño claro que me goteaba ya que estaba mojada. Por lo menos su cuerpo me hacía sombra y así podía mirarla bien, pero mi intención continuaba siendo la de levantarme.

-Perdona-dijo mientras que dejaba su mini-tabla en el suelo y me ayudaba a levantarme- es que he venido corriendo detrás de los de mi grupo y no te he visto-dijo para después soltar una risita inocente.

-No importa...-dije sonriente. Me fije en que tenía unas pequitas decorando su pequeña nariz y sus ojos eran verdosos. Era muy mona, pero tampoco una belleza, era una chica normal y eso me encantaba.

-¿Eres nueva?-me preguntó con una amplia sonrisa. Encima simpática, me gusta.

-Si-dije asintiendo con la cabeza.

-Entonces... ¿Aun no tienes grupo?

-Lo cierto es que no... Estoy mirando donde van los nuevos para saber...-empecé a decir mirando a mi alrededor.

-¡Pero si los grupos ya están hechos! ¡Has llegado tarde!-exclamó riendo. Me alarmé al oírle.

-¿Qué? ¿Entonces ya no me podré unir a ningún grupo?

-Claro que si...¡Ven!-me cogió de la mano cogiendo su tabla con su otra mano y corrió donde había un monitor con un grupo de niños. Por el camino se presentó- soy Miranda, pero me puedes llamar Mia-dijo sonriente.

-Encantada soy ___ -me presenté corriendo detrás de ella riendo por su vivacidad. Parecía tener un año más que yo, si no me engañaba su apariencia. Nos paramos al lado de un monitor que tendría unos 21 y 22 años, y hay que decir que era muy guapo. Me gustaba este campamento.

-¡Raúl! Ha llegado una chica nueva y no tiene grupo-dijo mientras me plantaba delante de él. Él me miró y sonrió.

-Hola soy Raúl, encantando-dijo presentándose, yo me presenté también- bueno sobre ese tema... Simplemente hay que ver en que grupos sobra alguien... Cuando vaya a ver como va la cosa, te avisaré... ¿De acuerdo?

-¡Si!-dijo rápidamente Mia. Yo mire en silencio a Mia con una mueca en el rostro, se estaba dirigiendo a mi. ¿Por qué le contestaba por mi?

-Mientras tanto cuida de ella-dijo Rául mirando a Mia, rió y asintió con la cabeza. Mia me cogió de la mano y empecé a caminar más relajada a su lado. Pero le solté la mano despacio, tampoco quería que se creyera que teníamos tanta amistad de golpe. En verdad esta chica me ponía nerviosa, no paraba de reír de forma exagerada por todo y de tomar mi mano. No me gusta que me toquen de más.

-Necesito quitarme este neopreno y arreglarme un poco... ¿Entras dentro?-preguntó cuando nos paramos delante de la que parecía su cabaña.

-No, me quedaré aquí fuera, te esperaré-dije sonriente.

-Ok, hasta luego, no te pierdas-dijo divertida, me guiñó un ojo y se metió dentro. Sonreí y me apoyé contra la barandilla de la cabaña distraída mirando los niños correr, la gente viniendo en las bicis o de otras actividades... Esto estaba muy movido. Me subí a la barandilla, pero con lo patosa que era yo, me costó montarme bien hasta sentarme correctamente balanceando mis piernas. Llevaba una camiseta blanca sencilla, de manga corta y con unas letras en el pecho que eran números o algo así... Llevaba unas vans de color rojo y la punta azul marino. Llevaba el pelo suelto cayendo por delante por el pecho. Miré a mi alrededor distraída...

Entonces oí movimiento, me fui a girar cuando noté como alguien pellizcaba mi cintura, grité y me caí al suelo de cara, pero controlé mi caída apoyando mis manos y mis rodillas. Me quejé y alguien vino corriendo a ayudarme.

-¡No me esperaba esa reacción!-exclamó riendo. Me incorporé con su ayuda apoyándome en sus brazos, y me limpié la tierra de las manos cuando noté como limpiaba mis rodillas.

-Hey... No toques-dije burlona como si me estuviera acosando, pensando que era Mia, cuando de repente vi que era un chico acuclillado delante de mi de pelo castaño. Le miré de reojo sin saber quien era. Cuando se incorporó y me pasó casi una cabeza, abrí bien los ojos sorprendida.

-No... No puede ser-dije entreabriendo la boca incrédula- ¿cómo? 

-¡ ____ !-exclamó riendo, me reí y salté a sus brazos mientras me agarraba.

-Dios cuanto tiempo... Que casualidad... Buah que ganas tenía de verte...

-Venga va, que mentirosa...

-No en serio, te echaba de menos...-dije en el suelo de nuevo delante de él sonriente. Miré sus ojos azules y como se había recogido el pelo castaño en una cresta. Esa bonita y burlona sonrisa suya- Louis-añadí con una amplia sonrisa.

No es un para siempre (One Direction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora