Capítulo 15

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Mantenía mis ojos cerrados. Todo estaba en completo silencio, solamente el bajo ruido de los lásers se escuchaba. Mi corazón latía con fuerza y mi cabeza daba mil vueltas al asunto.

No quería abrir mis ojos, todo lo que había sucedido en menos de un minuto me mantenía perpleja, de un segundo a otro observamos la muerte de Joel, nos enteramos de la traición de Karen y el disparo que provocó en el lugar... Renato.

Abrí mis ojos para volver a la realidad y saber a lo que me enfrentaba. En cuanto eso pasó, el ruido volvió a la normalidad. Iván estaba frente a su padre tocando firmemente la herida que Karen le provocó a la altura del hombro, estaba vivo, pero si no hacíamos algo, no lo estaría por mucho tiempo.

—Papá —le decía Iván suspirando altamente preocupado—, no te quites la mano de ahí, tranquilo, vamos a salvarte.

—Volvamos al piso de abajo —contestó Renato con dificultad, mantenía su mano derecha en el lugar donde Karen le había disparado. Me vi en la necesidad de apretar el botón número 1, pero éste no funcionó. El cuerpo de Joel cubría las puertas y evitaba que se cerraran para proceder a bajar.

Tuve que moverlo, me sentí una muy mala persona al tener que empujarlo con mis piernas y tener que dejarlo fuera del elevador, la sangre que se había acumulado en su interior y no había alcanzado a salir, ahora se derramaba por todo el elevador.

—¡¿Qué está pasando?! —Gritó Melissa desde abajo—. ¡Dios mío! ¡¿De quién es esa sangre?!

Seguramente la sangre de Joel se derramó por el orificio de despegue y comenzó a caer. Mis lágrimas salían, a pesar de la actitud de Joel, realmente no le deseaba la muerte, aunque se lo haya dicho, lo dije sin pensar y ahora me arrepentía demasiado.

A pesar de la actitud de Joel, él tenía una vida afuera, también tenía a su familia, tenía a sus amigos, tenía sus motivos para existir en este mundo y probablemente reaccionó muy mal al verse encerrado con nosotros, pudo hacerlo hecho de otra manera y quizá se hubiera acoplado fácilmente. Pero recordar lo que le dijo a mi hija me llenaba aún más de coraje, tarde o temprano ella me iba a cuestionar y Naúm se enteraría también y no quería, no quiero que sepan la mujer que fui en mi adolescencia.

Presioné nuevamente el botón número 1 y las puertas se cerraron viendo por última vez el cuerpo de Joel ahí tirado. Renato respiraba fuertemente, por lo menos era una clínica y en el cuarto de Alessandra había primeros auxilios.

Las puertas se abrieron, y los rostros de todos se enfocaron en nosotros, Hernán y Melissa sonrieron, pues al vernos solamente a nosotros tres, seguramente pensaron que Karen y Joel habían ido por ayuda.

—¿Lo lograron? —Preguntó Hernán acercándose un poco. Dalila fijó su vista en el hombro de Renato.

—Renato, ¿estás bien? —Le preguntó preocupada. Renato asintió pero no era verdad, se estaba desangrado.

—Vayamos al consultorio de Alessandra —dijo—, ahí hay gasas, pero ¿qué fue lo que te pasó?

—Nada salió bien —contesté, Melissa y Hernán apagaron su sonrisa. Tragué un poco de saliba y observé a Neus. <Ya no es una niña> recordé las palabras de Joel. Ya podía saber lo que realmente ocurrió así que me preparé para explicar—. Karen... —me costaba decirlo, me costaba creer que Karen nos había traicionado. Que Karen era la esposa de Patricio. Me confundí al pensar en su edad, no eran unos 20 años como lo creí, debería tener por lo menos unos diez más, pero su cabello y su seguramente cuidado facial caro la hacían parecer menor. Ella era la madre de Patricia seguramente, la compañera de Neus—. Karen nos traicionó —solté al fin—. Todo lo que Karen hizo estuvo planeado. Y ella fue la primera en salir y nos ayudó para que Joel también saliera pero, pero Karen dejó caer sus balas y... Ahora Joel está muerto.

Clínica (#2 Hospital)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora