Capítulo 7

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Lo que había dicho Neus hizo que todos nos giraramos a ella para escucharla con claridad. No recordaba haber visto antes a esa niña que Neus decía que iba en su salón. La mayoría de las veces me tocaba ir por ella a la escuela y hacia fila desde el auto para recoger a mi hija, pero nunca prestaba atención a los demás alumnos.

Renato, desde su lugar se encaminó hacia mí y tomó la foto, la analizó unos segundos y luego se acuclilló para estar a la altura de Neus.

—¿La conoces? —Le preguntó.

—Sí —respondió Neus con naturalidad. Mi hija no mentía, o al menos nunca lo hacía conmigo. Obviamente hacía sus mentiras de niña pero no se atrevería a mentirnos a todos así—. Va en mi salón. Aunque esta última semana no fue, y eso que estamos entrando a exámenes.

Renato se fue levantando nuevamente mientras no dejaba de analizar el cuadro.

—¿Y es muda dices? —Preguntó de nuevo.

—Sí, es muy inteligente y siempre sonríe, lamentablemente no habla y se comunica con nosotros mediante una tableta.

—¿En qué escuela vas? —continuaba Renato con las preguntas. No sé adónde quería llegar. No creía que Patricia fuera la clave o el secreto para conocer el motivo de nuestra estadía. Solamente debería ser una casualidad.

—Primaria de PATBLA —contestó Neus con la verdad. PATBLA era una escuela de mucho prestigio, ésta principalmente fue una preparatoria que ahora cubre todos los estudios inferiores a ella.

—Es donde va Dylan papá —se acercó Iván con él. Observó mi rostro de incertudumbre y luego sonrió—. Dylan es un compañero señora —me dijo con amabilidad—, con características especiales.

No quise meterme mucho en ese tema, de igual manera, nunca iba a conocer a ese chico y no era lo primordial.

—¿Ella nunca te ha escrito nada sobre esta clínica? —Le preguntó Renato haciendo a un lado el comentario de su hijo.

—No señor —respondió—, casi no me junto con ella. Tiene otras amigas.

—De acuerdo —susurró Renato apenas audible y bufó. No creía poder encontrar una solución mediante Neus y Patricia, simplemente era casualidad. Me observó a mí con comprensión y luego respiró profundamente.

—No hay nada más por aquí —dijo Hernán llamando la atención de todos—, ninguna maldita puerta, nada.

—Patricio tuvo que haber entrado por algún lado —opinó Mariana—, y si ese gato estaba encerrado aquí dentro es porque por aquí debe estar la entrada.

—Vamos por el gato —dijo Renato—, probablemente él conozca la entrada y si no lo perdemos de vista, veremos el momento en el que tarde o temprano él quiera irse de este lugar.

Renato tenía una buena idea, el gato también tuvo que haber entrado por algún lado y debe reconocer ese lugar.

—Pero —nos detuvo Mariana—, ¿y si el gato entró por la puerta principal? Es decir, ¿y si solamente entró y se quedó encerrado así como todos nosotros?

—No se miraría tan tranquilo —contestó Renato—, estaría asustado si fuera su primera vez dentro de este lugar.

Mariana comprendió y asintió apretando los labios, el gato debería estar asustado si fuera su primera vez dentro de este lugar.

—Voy a buscarlo —dijo Iván y salió del cuarto pasando por un lado de Dalila y Melissa quienes todavía estaban afuera del cuarto.

—Voy con él —dije y Neus me siguió. No quería estar aquí sin hacer nada y los gatos son muy intrépidos y pueden esconderse en cualquier lugar, por lo tanto, se necesitaba más de una persona para hallarlo más pronto.

Clínica (#2 Hospital)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora