Capitulo 03: "Solo es un beso".

Start from the beginning
                                    

- “¿Segura? Porque caíste al suelo de una manera impropia, pensé que te habías desmayado”.

- “Estoy bien, me he tropezado con algo”- le digo saco las llaves de mi auto de mi bolso trato de introducir la llave en la cerradura pero mis manos tiemblan no se si es por el alcohol o porque Matt esta tan cerca de mi.

- “Creo que estas borracha, te vi tomar un par de Martini. Tal vez debería llevarte a casa”.

- “No hace falta que me lleves, puedo manejar perfectamente”- Le digo enojada por fin logro abrir la puerta.

Pero Matt me arrebata las llaves de la mano.

- “Ey, devuélveme mis llaves”- le grito con frustración.

- “No, te llevo. No quiero que tengas un accidente en el estado que estas”.

- “Estas exagerando”.

- “No lo creo, ni siquiera puedes mantenerte en pie”.

- “No es cierto”- dije haciendo un puchero como una niña malcriada.

- “De acuerdo, trata de caminar en línea recta y te devuelvo las llaves”- Me dice alzando una ceja viéndose mas sexy que antes, maldito hombre.

- “Sabes que eres un imbécil”- gruño.

- “Lo se, me lo dicen muy a menudo”- me mira con frialdad a pesar de que sonríe.

Trato de ponerme recta aparto el cabello de mi cara, mierda, en serio estoy demasiado borracha todo me da vueltas pero trato de caminar de forma correcta lo ultimo que quiero es compartir el auto con él. Por mas que lo intento en par de ocasiones me voy de lado de nuevo siento que voy a caerme pero los fuertes brazos de Matt me sostienen.

- “Te lo dije, borracha”- dice burlándose de mí, mis mejillas se encienden de la rabia.

- “No me llames borracha…Quita tus manos de mi”- Me aparto de él rodeo mi auto entro a la parte del copiloto- “¿Qué esperas? Llévame a mi casa”.

Matt se sube a mi auto aun sonriendo, enciende el motor.

- “¿Dónde queda tu casa?”- Le explico la dirección él enseguida se pone en marcha.

Los siguientes minutos no se que paso conmigo todo se volvió negro.

- “Abre tus ojos, preciosa”- Esa voz suave me causo escalofríos por el cuerpo sonaba tan melodiosa, una mano subió por mi hombro moviéndolo con suavidad- “Hemos llegado”- El dulce roce de sus labios en mi cuello me estremece, creo que estoy soñando.

Me despierto sobresaltada mi cabeza dolía, malditos Martini prometo no beber mas nunca de ese modo, mire al hombre que me había despertado su frente arrugada observándome con preocupación.

- “¿Puedes caminar?” – me pregunta.

- “Claro, no estoy invalida”- Le digo con frialdad, esta bien tampoco debería ser tan grosera con él- “Lo siento, creo que el alcohol me ha subido a la cabeza”.

- “Lo entiendo”- murmura.

Ambos bajamos de mi auto, caminamos hacia a mi casa.

- “¿Cómo regresaras?”- le pregunto mientras busco las llaves de la puerta en mi bolso.

- “Tomare un taxi, no te preocupes por mi. ¿Estarás bien?”

- “Si, me prepare un baño y después a dormir”- Le sonrió- “Gracias por traerme, disculpa si he sido pesada contigo”.

- “No te disculpes entiendo”- se queda callado mirándome parece que quiere decirme algo pero no se atreve- “Que tengas buenas noches, Keira”.

- “Tu también, Matt”.

Trato de abrir la puerta pero siento que Matt camina hacia a mi, su respiración lenta sobre mi cabello y aspira fuerte.

- “Matt”- digo tragando saliva mi cuerpo tiembla cuando siento sus brazos alrededor de mi cintura me voltea quedando enfrente de él.

- “Me gusta como suena mi nombre en tu boca”- susurra de forma tan sensual que mi corazón se sobresalta, toca mi mejilla con suavidad cierro los ojos al tacto- “Voy a besarte”- No lo dice pidiendo permiso mas bien es una afirmación, parpadeo mi corazón bombea con fuerza.

Sus ojos grises han oscurecido mientras su boca se acerca lentamente a la mía, coloca su mano detrás de mi cuello e invade mi boca de una manera salvaje y apasionada mis labios se abren por la sorpresa lo que le da acceso a su lengua, tengo que agarra de sus brazos para no caerme mientras le respondo del beso con la misma intensidad, el alcohol se ha ido dejándome llevar por su poderosa lengua chocando con la mía, gemido sale de mi boca cuando muerde mi labio inferior.

- “Matthew”- digo casi sin voz, un gruñido sexy escapa de sus labios capturando mi boca para darme otro ardiente beso, luego se aparta dejándome sin aire y queriendo más.

- “Creo que debes entrar a tu casa, Keira”- me dice con la respiración un poco agitada se pasa la mano por su cabello castaño y me mira arrepentido.

Su reacción me deja confundida.

Nadie Como Nosotros.Where stories live. Discover now