El Sabor del Pecado I

XVI. Complicaciones

L: Osvaldo, cuando hablamos por teléfono me dijiste que no le habías pedido el divorcio a Victoria, así que no entiendo cómo se fue.

O: la muy estúpida se me adelantó y lo peor no es eso, si no que me dejó en la ruina, no le queda nada de dinero.

L: (se sorprendió) bueno mi vida pero eso no es importante o por lo menos para mí no lo es, a mí me interesa estar a tu lado, seas o no seas millonario (le sonrió).

Osvaldo la observó con sorpresa, esa mujer realmente lo quería con o sin dinero y eso no lo esperaba pero le daba tranquilidad.

O: no creo que podamos mantener esta casa mucho tiempo Linda, necesito pensar en cómo conseguir un buen trabajo en Televisa o dejarla.

L: ya te dije que a mí eso no me importa, mientras estemos juntos soy capaz de vivir hasta debajo de un puente pero a tu lado Osvaldo (lo abrazó).

*Departamento de Dionisio*

Victoria y Dionisio llegaron al lugar, él le indicó el camino y una vez adentro del departamento Victoria lo asaltó con preguntas.

V: ¿qué hacemos aquí? (Desconcertada).

D: este departamento es mío y nadie lo conoce así que aquí podremos hablar tranquilos pero primero toma (le entregó la bolsa con la ropa), cuando me di cuenta de que estaba lloviendo, te compré esto para que te cambies. La verdad no quiero que te enfermes (le señaló la recámara) puedes darte un regaderazo mientras yo preparo algo de cenar (le sonrió).

Victoria lo miró sorprendida, tomó la bolsa y le hizo caso. Dionisio recibió una llamada de Alonso en ese momento.

D: ¿qué pasó muchacho?

A: es lo mismo que yo digo, ¿cómo te fue con ella?

D: le pedí disculpas y ahorita estamos en el departamento que te dije.

A: ojalá que ahora no hagas una tontería, hombre la tienes en tus manos, mueve la primera pieza antes de que ella cambie de opinión.

D: (desconcertado) tú me lo dices por algo más, ¿qué está pasando?

A: tenemos que salir de viaje pasado mañana, necesitas tener todo seguro con ella o corres el riesgo de perderla así que tú sabes.

D: ¡maldita sea!, ¿de verdad debo ir yo?

A: no hay de otra, Norberto fue muy claro cuando me llamó y lo peor es que llevamos a mi madre así que habla con Victoria y trata de explicarle la situación lo mejor que puedas.

D: (enojado) está bien, está bien, te veo mañana, buenas noches (colgaron).

Dionisio se quedó pensativo, no podía decirle la verdad a Victoria. Sin duda alguna la iba a perder al revelarle la verdad pero... tal vez podía asegurar que ella se quedara a su lado conociéndolo un poco más.

Una vez que lograra que lo conociera en el fondo de su alma y no en la apariencia que era lo que todos veían le confesaría todo. Estaba preparando algo ligero cuando Victoria lo abrazó por atrás.

V: gracias por la ropa, me quedó muy bien (sonriendo) ¿cómo supiste?

D: me lo imaginé, tengo bien grabada cada curva de tu cuerpo en mi mente y pude atinarle con el recuerdo.

V: (sonrojada) ¿qué estás haciendo? (Le cambió el tema).

D: hice unos sándwiches y una taza de café, ¿te parece bien? (Ella asintió) vamos a la mesa.

Victoria le ayudó a llevar las cosas, se sentaron a cenar y a conversar.

D: Victoria, ¿por qué te saliste de tu casa?

V: (suspiró) porque le pedí el divorcio a Osvaldo y se puso loco. Justo como lo había imaginado. Así que desde antes de que él regresara ya había pensado en salirme pero no me dejaste decirte eso en la mañana cuando me colgaste

D: (incómodo) lo siento, no era mi intención pero me dieron muchos celos y desconfié de que te alejaras de mí por no poder mentirle a ese imbécil (serio).

V: pues ya viste que te equivocaste y me juzgaste mal Dionisio (seria).

D: lo sé y te pido disculpas nuevamente (le tomó la mano) ¿y te vas a quedar con Antonieta?

V: sí, ya lo había hablado con ella pero no quedamos en un día específico y pues hoy salió con Óscar así que no quise destruirle la cita con mi impulso de salirme así.

D: ¿y por qué te saliste desde hoy y no mañana?

V: porque Osvaldo se puso muy agresivo y la verdad no quería un problema más grande o incluso que... (se quedó callada).

D: (le hirvió la sangre) ¿Que te pegara?

V: (le desvió la mirada) pues no tanto como eso pero tener una discusión más fuerte.

D: ¿te ha levantado la mano? (Su tono era más grave).

V: eh.... no, no me ha pegado (nerviosa).

D: no te creo Victoria, ¡ese idiota te ha pegado!, ¿verdad?

V: Dionisio no te alteres por Dios. Sí, sí lo hizo en un par de ocasiones pero no lo volví a permitir porque mis hijos no podían ver ese ejemplo y ya me salí de su vida (tratando de calmarlo).

D: (suspiró tratando de calmarse) perdóname pero es que no quiero que nadie te haga daño (la abrazó) eres mi mundo Victoria y si algo te pasara yo me muero.

Victoria se sorprendió con sus palabras y se conmovió al escucharlo. Hacia tanto tiempo que nadie la trataba así ni la amaba de la forma en que él lo hacía que se sentía muy feliz a su lado.

V: (se separó un poco para mirarlo) Dionisio, ¿este departamento lo has compartido con alguien antes? (Algo celosa).

D: (la miró a los ojos) nunca Victoria. Eres la primera mujer que lo conoce, bueno, ni siquiera Alonso sabe dónde está porque es mi lugar y mi mundo. Aquí soy yo realmente, sin ninguna restricción y sólo quería compartir este lugar con alguien especial y esa persona eres tú (sonriendo)

V: vaya, me sorprende que seas un hombre tan reservado en algunas cosas y en otras no tanto (le acarició el rostro) tú también eres alguien especial en mi vida.

D: Victoria, sé que tenemos poco tiempo de vernos pero por eso mismo quiero que compartamos más tiempo juntos, que nos conozcamos mejor, que hablemos de nosotros abiertamente y que disfrutemos muchos momentos uno al lado del otro (le sonrió) por eso quiero proponerte que en vez de vivir con Antonieta, vivas aquí conmigo (ella lo miró sorprendida) prometo pasar mi mayor tiempo a tu lado, compartir todas las noches juntos, entenderte, quererte y sobre todo cuidarte para hacerte feliz, ¿aceptas todo eso a mi lado?, ¿aceptarías iniciar una vida nueva juntos aquí?    

*Continuará...*

¿Aceptará vivir con él?

¡Gracias por seguir la historia!