Blanco de lente

Álbum de recuerdos

-HyukJae...

-No quiero una relación llena de azúcar, asi que abstente de decir algo cursi. Solo mucha salsa agridulce a tu lado- le corto, besando su mejilla y dándole un leve golpe en el brazo.

-Eres un idiota. Eso iba a decir.

-Si, por supuesto- ironizó.

Donghae lo empujó juguetonamente, apartándolo de él. -¿Y qué hay de Choco?

-Que ella busque a su Romeo, no fue fácil obtener al mío.

-¿Quiere decir que eres mi Julieta?- se burló el azabache, carcajeando, a lo que el mayor lo fulmino con la mirada.

Sus labios se unieron en un beso, que poco a poco fue subiendo de intensidad. Cada día descubrían que ellos eran como las piezas de un rompecabezas, encajaban como debían, y formaban una imagen clara de ellos dos juntos. Encontraron que tenía tantas cosas en común como diferencias, y eran justamente estas las le daban más diversión a su relación...

¡Porque hay que admitirlo!, no eran comunes, y ambos formaban una explosión de risas, juegos, tonterías, y amor del que pocos en la vida encuentran.

-No escucho nada- murmuró Hae, alejándose apenas unos centímetros.

-Ni yo- respondió HyukJae girándose en dirección a donde había estado su mascota. -Que yo te lo dije. Mira Donghae.

El aludido se dio vuelta, hallando a Choco tendida a un lado de aquel perro, con su cabeza encima del lomo de este, y dormitando bajo el sol de atardecer. Sonrió de oreja a oreja, y metió sus manos a los bolsillos con resignación.

-¿Que se le va a hacer? Amor es amor para todos.

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Meses después....

Luchaba contra la maleta que yacía sobre el techo del auto, atorada con cualquier cosa que le impedía bajarla. Tiró de ella y sin embargo no cedía, por lo que Sora se acercó a ayudarle.

-¡Pero que cojones cargan ustedes!- pugnaba la chica, subiendo un pie a la puerta para ayudar a impulsarse hacia atrás y jalar con todas sus fuerzas.

-¡Una mudanza no es cosa fácil joder!- respondió de igual modo Donghae.

Entonces la valija se soltó y ninguno tuvo tiempo de nada, a lo que cayeron de espaldas y con la maleta sobre ellos. Donghae intentaba levantarse cuando un flash le deslumbró.

-¿Pero qué...?- talló sus ojos y miró al frente donde HyukJae desternillaba de risa. -¡Deja de burlarte!

-¿Cómo no hacerlo?- respondió -¿Es que no saben que tenían que soltarla primero?

Sora se acercó a golpearlo y aprovechó para ver lo que tenía en sus manos. -¿Sigues haciendo eso? Vamos Hyuk que ya no tiene porque. Dime, ¿Qué vas a hacer con tantas fotografías?

-Un álbum.

-¿Qué?- inquirió su hermana alucinada.

-Hare un álbum con todas las fotografías.

-Pensé que te desharías de ellas- confesó.

HyukJae se acercó a Donghae y jalo de un mechón de su cabello, solo para hacerlo protestar. -Me costó mucho trabajo tomarlas Sora, no las tiraría nunca. Además será un bonito recuerdo, ¿O no Hae?

Sora miró a al aludido esperando su respuesta. Este le regaló una sonrisa tierna y asintió, diciendo: -Mi tía nos mostró que en el sótano de la vieja casa, papá tenía una colección de pinturas y retratos de mi madre, estaban ordenados desde que ella era una jovencita cuando la conoció, hasta después de su boda. Como una exposición.