Almas gemelas musicales

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La sangre corría libre como una cascada dramática de tono escarlata, manchando el fino azulejo, la alfombra peluda, y su costosa camisa que lamentablemente había elegido blanca esa mañana >>No servirá más<< se lamentó mentalmente viendo con horror las gotitas frescas en las mangas y algunos salpicones en el pecho. Odiaba a ese hombre por arruinar una de sus prendas favoritas y atreverse a sobrepasar un límite que NI EL se había atrevido.

Siwon seguía sorprendido, tocándose la adolorida nariz que requería ser devuelta a su sitio, y permaneciendo inmóvil a una prudente distancia. Bien podía devolverle el golpe y le haría el mismo o peor daño que él, considerando los músculos bien formados y la fuerza que poseía, sin embargo dicha respuesta no llego.

-¿Esto ha sido porque...?

-Simple rencor guardado. Tenía que expresarlo de una vez- respondió HyukJae con el mayor cinismo posible.

-Vaya, vaya ¡recuérdame no hacerte enojar! DUELE UNA MIERDA.

-Debes admitir que lo merecías. Quiero decir...- comenzó –Seguro cometiste algún pecado hoy, esta mañana tal vez, y el destino me envió a cobrártelo.

Siwon apretaba la mandíbula por la punzada que le causaba su nariz rota, pero igual sonrió suavemente. -¿El destino? Tienes una extraña manera de justificarte. Pero da igual, viniste a darme una paliza hasta aquí.

-Servicio a domicilio- dicho aquello tomo su chaqueta y se la colgó al hombro. –Déjame arreglar mi desastre.

-¿A qué te...? ¡¡AHHHH!!

HyukJae había apartado sus manos del rostro y con la suya sujeto bruscamente la nariz, la trono al otro lado dolorosamente, sonriendo cuando el sangrado volvió y la sonrisa arrogante desapareció contrayendo sus facciones por el sufrimiento. –Cuídate ¿quieres?

Salió al fin de aquella casa y subió al coche que le esperaba a la orilla de la acera, con Sora en el lado del conductor.

-¿No has hecho algo grave, verdad?

-Una nariz rota, yo diría que es lo más común y suave que pude haberle hecho a ese bastardo.

Su hermana sonrió golpeándole la rodilla juguetonamente. –No deberías hacer estas cosas, y yo no debería apoyarte. Tú no eres violento, ¿Porque con ese tan Siwon parezco desconocerte, eh?

-¡No me da buena espina ese idiota! Sé cómo le mira, y odio que lo haga.

HyukJae genero un puchero en sus labios cruzándose de brazos con infantilismo cómico. Chasqueo la lengua y luego se giró a ver a Choco en el asiento trasero, plácidamente dormida. Era verdad, no solía usar la violencia, no se inmiscuía en discusiones o se lanzaba a los golpes sin pensarlo dos veces, solía preferir la vida pacífica y solitaria a la que se atenía todos los días, centrándose en sus asuntos sin compartir información personal con nadie.

¿Su filosofía? "Mientras menos te conozcan, menos armas tendrán para atacarte"

No lo había aprendido por la experiencia propia, pero si por la de los demás. Un ejemplo era Sora, cuando tuvo una relación con aquel tipo que se tomó el tiempo de conocerla a profundidad, y su hermana de ser tan idiota de dejarlo hacerlo; al final de su relación tuvieron una riña, y él la quebró totalmente usando información que conocía le heriría el ego para rato... su hermana paso muchas semanas en cama con palabras atoradas en la garganta que no pudo gritarle a ese chico.

>>Idiota<< repitió HyukJae negando con la cabeza, no le gustaba que nadie dañara a su familia pero no podía evitar culparla.

Donghae tenía el poder de sacar facetas de su personalidad que llegaron a sorprenderle en un inicio, ahora sabía que si alguien lastimaba al azabache el sacarías las garras en su defensa... pero lo haría estando escondido en las sombras actuando cauteloso, discreto y agresivo.

Blanco de lenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora