En evidencia

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HyukJae salió de su hogar imaginando un día que trascurre igual que siempre. Cargando su pesada mochila al hombro; con un desayuno de solo arroz blanco y leche en su estómago. Un teléfono moderno esperando en su bolsillo izquierdo. Y sabiendo que hoy también vería a Lee Donghae en clase.

Sus sueños por las noches eran cada vez más realistas, cada vez más impactantes, y sobre todo, mucho menos fáciles de evadir. El día anterior por ejemplo, había tenido la ilusión de estar besando el pecho del azabache mientras este gemía sobre él, moviendo sus caderas al compás de las suyas, y ambos descansaban bajo la visión de la luna llena en una noche fría y oscura. Su mente era cada vez más retorcida y el temor a un futuro solo rodeado de fotografías de alguien que no podría tener, se hacía poco a poco como una visión de la realidad próxima.... No creía poder enamorarse, pensar en alguien más luego de caer en una enfermedad que poseía nombre y personalidad.

Cuando llego al casillero que le correspondía, apretó la mandíbula recordado el malditamente feliz chiquillo que le tenía fastidiado de ver; admitía que por dentro moría de nervios porque algo de lo que ocultaba fuera revelado al público, porque de ante mano sabía y era consciente, que jamás fue tan fuerte... ¿Cómo soportaría algo asi?

Tomo sus libros y cerro de un portazo, entonces el rostro de Donghae apareció en su campo de visión. El menor le regreso la mirada pero ladeo la cabeza como si quisiera comprobar algo, después se acercó hasta él y le saludo con amabilidad.

-¿Cómo va la coreografía?

-Bien, mientras este viento en popa esa canción.

-Hago lo que puedo, no soy un dios de la composición- rio agachando ligeramente la cabeza. –HyukJae... ¿tienes amigos?

La pregunta le tomó por sorpresa, su expresión se congelo y lo único que podía mover era sus parpados, que aleteaban con gracia. Iba a decirle que sus amistades residían en otro lugar, o bien que no les necesitaba; pero ambas no sonaban muy convincentes.

-¡Claro que Hyukie tiene amigos! ¿No es asi?

El pelinegro dio un brinco con la repentina respuesta. Giro la cabeza a su costado, y no podía creer lo que había ahí.

-Oh... ¿Kim HeeChul-shii? No imagine que...- Donghae se notaba embrollado. Y debía estarlo puesto que todos sabían quién era ese chico, y lo particularmente quisquilloso que se comportaba con las personas. No hablaba con "cualquiera".

-Veras niño, este perro solitario necesita también de compañía- se mofo el castaño. -Asi que no dudes que tenga a otros royendo sus huesos, y que los rechace, también es una verdad.

A una distancia no muy lejos estaba Kyuhyun, que bien había escuchado la indirecta a la perfección. HeeChul sonrió abiertamente y les abandonó tal como había aparecido.

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Kyuhyun jugaba con su moneda en la mano mientras se dirigía a la cafetería antes del tiempo libre; había tenido mucha hambre toda la mañana y ahora que había la oportunidad la aprovecharía sin dudar.

Estaba por dirigirse a la barra cuando escucho una voz ronca que susurraba a otros, pero por el profundo silencio podían entenderse todas sus palabras, claras como el agua cristalina....

-Ese maldito...

-Tranquilo Siwon, ya dije lo que haremos, eso debe ser suficiente para ti.

-Pero...

-¡Basta! Esto lo hacen por MÍ y solo por mí... quiero que cumplan con lo que les digo.

Blanco de lenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora