Odio mutuo

878 146 30
                                    

Podía imaginar, casi sentir, que la pelota de esponja entre sus dedos era el cuello esbelto de un afeminado chico. Al tiempo que la apretaba también veía ese rostro horrendamente atractivo con aquella sonrisa cínica pintada, animándolo a seguir haciendo presión hasta que pudiera hacerla desaparecer.

Rodear con sus manos y con sus pulgares apretar en la garganta hasta lograr alguna de las dos cosas: asfixiarlo, o romperle el cuello daba igual, solo quería que se desvaneciera.

HyukJae se encontraba acostado en la mullida cama, mirando al techo al tiempo que su imaginación volaba lejos; tensando la mandíbula conforme el nombre de Kim HeeChul surcaba su retorcida mente. Todo su cuerpo respondía con odio y rencor a la sola imagen, recuerdo, o mención del susodicho en uno de sus momentos de ocio. La pelota de espeja era una excelente terapia, pero no creía que fuera a durar mucho... necesitaba una venganza verdadera.

Sora irrumpió en su habitación, como era su costumbre, para dejar un nuevo tazón de comida sobre el escritorio y dirigirle apenas algunas frases antes de ir de vuelta a la universidad y luego al trabajo. Lo observo ahí, concentrado en sus alucinaciones, y recorrió el espacio soltando un suspiro que iba entre la resignación y algo indescifrable.

-Hyuk...

-¿Hum?

-¿No piensas deshacerte de...esto?

HyukJae detuvo su acción justo cuando en su cabeza, estaba apunto de ver el ultimo respiro de Kim. Volteo a donde su hermana señalaba, recordando todo el trabajo que le había costado esa colección.

-No- respondió rotundo.

-Pero, después de lo que paso, de todo- insistía Sora –Seria más sano si le olvidaras.

El pelinegro comprendía la preocupación de ella, admitía que en su momento más desesperado lo considero, pero aun no podía quemarlo todo y fingir que su vida estaba resuelta. No funcionaban bien las cosas de ese modo.

-Comprendo- mascullo –Nos vemos por la noche supongo.

La puerta se cerró y él volvió a quedar solo en su caverna de obsesiones, concentrando todas o la mayoría de sus emociones en esa pelota de esponja.

=*=*=*=*=*=

-No has estado muy animado, ¿pasa algo?

Siwon tecleaba en su móvil sin parar desde que salieron del aula, aun asi estaba dispuesto a detenerse si el mayor le prestaba atención. Hacía varios días que el líder no se dignaba a unírseles al grupo.

-Choi, ¿recuerdas a Lee Eunhyuk?

-¿Lee Eunhyuk?- repitió el moreno, ladeando la cabeza intentando concentrarse. –¿Hablas de eso que fue noticia por aquí mucho tiempo? ¿El chico que se lanzó desde las escaleras?- chasqueo la lengua volviendo a su celular. –¡Bah! No entiendo porque alguien puede ser tan estúpido.

-¿Disculpa?- el tono en la voz de HeeChul estaba cargado de emoción, aun asi no se permitió mostrarlo en sus facciones.

-¡Claro! Quiero decir, quitarse la vida por su cuenta no tiene el mayor sentido. Solo mentes tan débiles como esa son capaces de ser tan cobardes. Lo que me sorprende es, ¿Por qué lo preguntas?

El mayor aparto la mirada y levanto más el rostro, ocultando sus temblorosas manos en los bolsillos de la americana roja donde nadie podía verlas. Entonces intervino Jung-soo para saciar la curiosidad de Siwon y a la vez calmar la tensión.

-Eunhyuk era compañero de HeeChul en el pasado, tenían una relación más o menos estrecha... era importante.

-Él y yo no éramos amigos- gruño de pronto Kim, entrecerrando los ojos.

Blanco de lenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora