Blanco de lente

Mala racha

-¿Cómo está?

-Siéndote sincera, no muy bien. Las heridas son lo menos que tiene....

Kyuhyun entreabrió la puerta y vio un bulto en la cama, en una habitación oscura, donde las persianas permanecían cerradas. El aura que emanaba no era para nada grato, todo indicaba que el daño había ido a mayores y... nadie sabía que podía pasar.

-¡Hey hombre!- grito vivamente, sentándose y rebotando en la orilla del colchón.

-¿Hum?

-Vine a ver a mi hyung favorito.

-Lárgate- le escucho mascullar con voz adormilada, al tiempo que se cubría mas con las mantas.

Kyuhyun sonrió satisfecho. -¡Vamos, Hyuk-ah! Te traje un regalo... también vengo a ver cómo han quedado esos golpes.

HyukJae bajo lentamente las sabanas de su cabeza, y asomo apenas los pequeños ojos. El menor no quiso decirlo, pero ojeras espantosas se marcaban debajo de un color negro y violeta; su rostro pálido indicaba que estaba enfermo, y la voz suave que aquel feroz agarre de Siwon si había tenido sus consecuencias....

-Buenas tardes, ¿Quieres ver lo que traje?

-No.

-¡Oh por favor!- protestó con fingida molestia. –Me gane muchos hematomas por conseguirlo. Al menos finge que te interesa.

Sin esperar ni recibir respuesta, Kyuhyun saco de su mochila con el mayor cuidado que alguna vez haya puesto en cualquier cosa, la cámara fotográfica. Fue evidente el asombro y la melancolía surcando en las expresiones de aquel chico, observando fijamente el causante de tantos problemas... pero a la vez, su más preciada posesión.

-¿Cómo...?

-No fue fácil- afirmo. –Sabía que algo iba a ocurrir, asi que escape de clases y cuando llego la hora... Sungmin y Kibum quisieron distraerme. Luego vi tus fotos exponiéndose en el gimnasio y bueno, lograr quitárselas me costó que ahora este hecho una mierda.

HyukJae dirigió su pesada mirada al menor, y vio en él una típica sonrisa, pero también capto la incomodidad y el dolor que le provocaba al chiquillo seguir en esa posición tanto tiempo.

-Te hirieron ¿cierto?

-No es grave. Tu si estas jodido- bromeo, señalándolo completo.

Kyuhyun le extendió la cámara y él la tomo sin dudarlo. A pesar de todo, aun quería conservarla.

-¿Estás seguro que estas bien?

Una mueca que quería aparentar una sonrisa, se formó en los resecos labios. –Soy mayor que tú, Kyuhyun. No tienes que tratarme como un crio.

-Solo un par de años- farfulló.

-¡Pero son suficientes! ¿Vas a seguir jodiendo mi existencia? ¿¡Porque te encajas en conflictos que no te incumben!?

El menor agacho la cabeza, jugando con sus largas manos en su regazo. A los pocos minutos, alzo la mirada, fijo sus ojos en los de él y dijo con toda seguridad: -Porque somos amigos. Y lo que te incumba a ti, me incluye...

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Días después....

Tantas vueltas en el instituto estaban mareándolo. Quería saber algo, quería por lo menos tener un poco de información sobre él, y asegurarse que no había muerto o desaparecido de la Tierra. Al menos eso aliviaría un poco el peso que recaía en su alma.