Álbum de recuerdos

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-No deja de hacer eso- explicó -Ella no ha querido venirse conmigo luego de encontrar a ese albino, que se cree la monada por sus rizos y ojos cafés.

-¿¡A quién!?- cuestionó el pelinegro ahora más embrollado que antes. Choco no solía actuar asi, incluso ahora en sus manos no se estaba quieta.

Donghae generó un gracioso puchero de inconformidad. -Ese holgazán. Un perro cualquiera que está tomando el sol por allá- señaló la jardinera del parque a solo unos metros de distancia.

-De casualidad, ¿Era un french poodle blanco de collar verde?- el azabache asintió. -¿Choco hizo monerías cuando le vio?- de nuevo meneó la cabeza afirmativamente. -¡Ahora todo tiene sentido!

-¿Qué cosa?

-Acompáñame- le indicó, con una sonrisa de encías deslumbrante.

Donghae observó alucinado como Jae bajaba a Choco y le desataba la correa. -¡No hagas eso!- refutó colocándose enfrente de él. -¿¡Has visto a ese imbécil!?

-¿Imbécil?- rio el mayor -Es solo un perro Hae. Ya te has referido a él como a una persona, tienes que relajarte.

-No es el tipo para Choco, ella merece definitivamente que un can de su altura la corteje.

-Pero si mírala, ella parece querer hacer el esfuerzo por él.

El azabache se giró y observó con los ojos abiertos de par en par como la peludita daba saltos alrededor del perro, ladraba y se inclinaba meneando el rabo, buscando su atención con creces mientras el otro hacía de cuenta que no existía.

-¡Pero sí que es fácil! Deberías detenerla, a él parece no importarle- volvió a argumentar, a lo que HyukJae rio abrazándolo por los hombros, despeinando su cabello haciéndolo rabiar todavía más.

-He aprendido HaeHae, que aun que la persona con la que sueñas viva ignorando tu existencia de su mundo, jamás debes dar un paso atrás.

-Bobadas. Es tu mascota, debes pensar mejor antes de dejar que se lie con semejante cosa.

-¿Tú crees?

Donghae le vio de reojo con mala cara. A decir verdad apenas había interactuado con el can esa mañana, le encantaban los cachorros y aun que Choco ya no era uno, seguía pareciéndole encantadora. Asi que se ofreció a pasearla, pero en cuestión de minutos ya estaba encariñado con ella.

-Oye, él es como tú.- dijo HyukJae.

-¿¡Soy un perro!?

El pelinegro sonrió divertido. -No tonto. Ambos son ciegos

-Veo perfectamente HyukJae, será mejor que te expliques.

-Me refiero a que no ven lo que tienen a su alrededor hasta que alguien más se los muestra, o en su defecto, cuando es insistente.

Donghae cambio su expresión inflexible por una de auténtica curiosidad, pasó saliva y estaba por preguntar hasta que fue interrumpido.

-No importa cuánto puedas crees que te humillas, o cual desequilibrado puedas parecer para los demás, igual que los buenos sueños tienes que luchar para cumplirlos- musitó, encogiendo los hombros como si estuviera restándole importancia a lo que salía de su boca, aunque cada palabra fuera muy significativa. -Donghae, eras inalcanzable, eso te hizo mi obsesión. Te veía tan difícil y lejano que solo podía darme el lujo de obtener tanto de ti como fuera posible a mi distancia, sabiendo que tal vez jamás ocurriría..... Y ahora, ¡estoy jodidamente feliz! Descubrí que lo difícil puede resolverse, y lo lejano puede alcanzarse, que no hay sueño incumplido, solo falta de esfuerzos o valor.

Blanco de lenteWhere stories live. Discover now