Capítulo 13

109 6 1
                                    

Frío y lluvia en Buenos Aires. Ideal para tomar algo caliente y leer un poco.

Sólo quedan dos capítulos para el final... ¿Qué pasará? 

Espero les guste el capítulo de hoy. 

Saludos!!!

********************************************************

Cuando entré al cuarto la vi a Isabella con un pequeño conjunto negro y unas pulseras extrañas en las muñecas, su cara era de dolor y vergüenza.

Me acerque despacio y me senté en la silla que teníamos en la cómoda.

-Isabella...-dije con hilo de voz- ¿Qué sucede? ¿De dónde sacaste eso?- señalando el conjunto que llevaba puesto con el dedo.

-Me lo dio la mujer que estaba en la cocina, me dijo que a ti te gustaba, que extrañabas como era yo antes... como éramos –se corrigió- y me pregunto si estaba dispuesta hacer algo por vos... me puso estas pulseras y me dijo que me ponga esto- mostrando el conjunto- pero no puedo quitármelas- haciendo fuerza para quitarse esas feas pulseras.

-Deja que te ayude- me acerque y cuando coloque mis manos sobre las pulseras, Isabella cayó a la cama temblando y gritando de dolor, el teléfono volvió a sonar, atendí.

-Se saldrán solas cuando la aceptes, sino puedes verla retorcerse del dolor. Tu eliges- la mire a Isabella no podía hacerle eso, ella no me amaba, me odiaría.

-James- dijo Isabella entre gritos de dolor- por favor, haz que pare, ya no aguanto. Por favor.

- De acuerdo- dije mirando a Isabella y al teléfono

-Acuérdate que me enterare si mientes- me dijo del otro lado del teléfono. Y corto.

Me acosté al lado de Isabella, le acaricie la mejilla –Lo siento mucho, sabes que no quiero hacerlo, pero no puedo verte sufrir- ella me sonrió. Me acerque y la besé.

Ella no me rechazó y eso me sorprendió, me fue quitando la ropa y yo le quite el conjunto negro, la mire a los ojos –estas segura- le pregunte y ella asintió. Entre en ella con mucho cuidado. La bese suavemente y ella me acariciaba la espalda con sus frágiles dedos.

Explote en su interior susurrando su nombre como ella el mío. Cuando salí me tendí a su lado la abrase, ella apoyo su cabeza sobre mi pecho. En el mas dulce de los silencios, solo un "clic" lo rompió, nos sobresaltamos y vimos que las pulseras se habían desenganchado –maldita seas Ángela- pensé para mis adentro.

Al día siguiente estuve en a cama todo el día, Isabella no estaba enojada por lo que había pasado la noche anterior, se veía feliz o eso creía ver yo, me traía sopa y té a la cama, me ponía paños fríos sobre la frente, para bajar la fiebre, dejo de insistir de llevarme al medico, yo sabia que tenia así que era inútil que me vieran.

Los días pasaron y yo no mejoraba. Ella a mi lado cuidándome. Le había pedido que el teléfono lo tirara, no quería oír a mi hermana despidiéndose de mi. Quería llevarme la voz de Isabella al otro mundo.

-Isabella- le dije una tarde y ella me miro- perdóname- le dije, ella tomo mi mano y le dio un beso a mis nudillos.

-No tengo nada que perdonarte, me salvaste de donde fuera que yo haya estado, te debo mi nueva vida- dijo dando otro beso en mis nudillos.

-Toma ese libro- dije señalando el que estaba en mi mesa de luz- si me pasa algo quiero que busques un papel entre sus paginas y que hagas lo que dice- ella tomo el libro pero negaba con la cabeza

-No te pasara nada- la callé colocándole un dedo sobre sus labios.

-No temas, no tengo miedo. Tú me salvaste más de lo que te salve yo a vos. Espero que me perdones algún día. Te quiero Isabella.

-James... yo también te quiero- me dijo, se aferro al libro y apoyo su cabeza a mi pecho.

No vi la oscuridad que pensé que iba a ver, sino fue una bella luz...

      

El Precio de la Felicidad    -Finalizada-Where stories live. Discover now