Capítulo 12

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Buenos días... estamos cerca de conocer el final de esta historia... sólo nos separan tres capítulos!!

Espero les guste y dejen sus opiniones!!! Muchas gracias!!!!

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-Isabella, estás hermosa- le dije con una sonrisa cuando la vi. Ella se sonrojó. Se sentó en frente de mí y le coloque el plato con la comida.

-Gracias- me dijo con una sonrisa. Comimos y ella se ofreció a lavar los platos.

Trate de que se acostumbre a la nueva vida, a la opción que le estaba dando.

-sé que todo esto te resulta difícil de aceptar, pero créeme cuando te digo que no voy hacerte daño, quiero que seas feliz, no me tengas miedo, por favor- le pedí. Ella sonrió

-está bien- tomo aire – te creo.- me dijo mientras terminaba de lavar los platos.

-me voy a dar una ducha y después me decís que quieres hacer- me acerque despacio y le di un beso en la mejilla y me fui al baño.

Los meses pasaron y se había acostumbrado a su nueva vida, reía, hacíamos bromas. Se la veía feliz. Estaba en la cocina preparando la comida mientras yo estaba en el cuarto, tome un papel y escribí "EL DIA QUE YA NO ESTÉ VE A FORKS. Y BUSCA A LA FAMILIA CULLEN" doble el papel y lo guarde en el libro de mi mesa de luz, ella no tocaba mis cosas a menos que se lo pida. Ángela se percato que las drogas que le dieron durante tanto tiempo la convirtieran en una esclava incapaz de razonar por sus propios medios. Cuando la cena estuvo lista, me vino a buscar.

-¿te sientes bien? –me pregunto con su dulce voz.

-algo cansado- le dije con voz triste, ella se acerco y me abrazó. Parecía tan natural. Antes de que mi mente vuele, solté el abrazo- vamos a comer antes de que enfríe la comida- sonrió y fuimos a la cocina.

-habría que ir al pueblo a comprar- me dijo mirando el plato con pena en la voz

-no te preocupes mañana iré temprano- le dije levantando su cara.

Terminamos de comer en silencio –me voy a la cama- le dije y ella asintió.

A la mañana siguiente, después del desayuno me fui a comprar, mi hermana la calculadora oscura me giraba la plata justa para la compra quincenal. Esa mañana había llegado temprano a la casa y cuando entre a la cocina, me sorprendí al verla en la cocina tomando el té con Isabella

- hola- me dijo

-¿Qué haces aquí?- le pregunté- Isabella me puedes dejar a solas con ella- ella asintió y se fue al cuarto.

-es fácil encontrarte, veo que tu buena salud te abandona de a poco. Tranquilo. Te he dejado un regalito. Disfrútalo. Y espero no lo niegues y lo aceptes.- se rió irónicamente.

-¿Qué hiciste?- le pregunte furioso- ya no recuerda nada, déjala en paz.

-lo se, se que no recuerda nada, por eso le di mi ultimo obsequio por lo bien que se a portado todos estos años.- sonrió con maldad- disfruta tu poco tiempo, sabes no quise lastimarte, pero tu lo buscaste. Nos veremos en la otra vida.- salio de la cocina rumbo a la puerta de la casa- ah, por cierto... como sabia que lo rechazarías me asegure de que no fuera así, por lo que no te queda otra que aceptar. Hasta siempre hermano- y se fue. Fue la última vez que la vi.

Que había hecho ahora con Isabella, que le había dado. No me animaba a ir al cuarto ni me animaba a llamarla, las horas pasaban y en la casa reinaba el silencio. Comenzó a oscurecer y ninguno se había movido. De pronto escuche un grito de dolor desde la habitación y a penas me pare una música provino de la cocina, fui a ver que era, un teléfono... -hola- dije a penas atendí – acéptalo- y volví a oír el grito de dolor... el corazón se me estrujo, -cuando vas a parar- le dije casi llorando. –Acéptalo- y corto. Camine hacia el cuarto, tome aire y abrí la puerta...

El Precio de la Felicidad    -Finalizada-Where stories live. Discover now