Capítulo 7

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Bella abre los ojos- dijo una voz que no reconocí. Fruncí el seño, retrocedí aún con los ojos cerrados y luego los abrí.

Bella – ¿Edward? – mi corazón comenzó a explotar en latidos, latidos de emoción y latidos de amor. Inconcientemente me lleve la mano al pecho, su ritmo desenfrenado me dolía.

Edward – Hola Bella. Lamento mucho lo de Renée- que hacía ahí, cómo era posible...

Bella – ¿cómo supiste? – no sabía que decir, estaba aturdida.

Edward – Volví anoche y Alice me dijo que Renée estaba muy mal

Bella – Gracias. – el silencio se extendió, la confusión y el aturdimiento se apoderaron de mi hasta que una chica delgada de pelo castaño lo tomo del brazo a Edward y él no sabía que hacer, lo vi en sus ojos, esos ojos que me hablaban tiempo atrás, pero que también me hacían daño, sin embargo no le quito el brazo seguía siendo el mismo caballero que yo conocía.

XX- Hola, soy Ángela. La prometida de Edward. Tú debes de ser Bella ¿no? Edward me habló mucho de ti.

Bella – Hola – fue lo único que salió de mi boca. La palabra prometida rompía mi cabeza y arrasaba con lo poco que quedaba en mi... mis lágrimas caían en abundancia e internamente agradecí a la lluvia para que no delatara mi dolor. Mire a Edward a los ojos, buscando alguna respuesta algo que me dijera que era mentira, pero no encontré nada. Me sentía morir, mi cuerpo, mi corazón, mi alma ya no soportaban tanto dolor. Lo miraba, pero no decía nada. Su silencio era como una espada que se clavaba más y más profundo en mi corazón.

Ángela lo mira a Edward que no había dicho nada –Amor, vamos que tus padres nos esperan- me mira otra vez – Adiós Bella, un placer conocerte.

Yo solo pude asentir, la voz se me perdió en un grito desgarrador que no pudo salir. Cuando empezaron el regreso mis piernas comenzaron a flaquear, caí de rodillas al pasto y ya no sentí la lluvia caer, la oscuridad y el silencio se apoderó de mí.

Jacob.

Cuando llegamos al auto para volver a la casa vi que Bella no estaba con nosotros, retrocedí y regrese a donde la había visto la última vez. Y ahí estaba acostada sobre el pasto, pálida corrí a los gritos llamándola y a lo lejos vi a Edward con una mujer, al oír el nombre de Bella se volteo, pero la mujer lo arrastro para seguir caminando.

Tome a Bella entra mis brazos, le cubrí la cara en mi pecho – Bella, amor. Regresa a mi. Acá estoy para cuidarte.- Y esperé a que la oscuridad la dejara regresar a mi.

Bella.

Comencé a sentir el latido de su corazón, una melodía que conocía bien. Siempre a mi lado para hacerme regresar. Comencé a moverme. Lentamente abrí mis ojos.

Jacob – Amor. Ya deja de asustarme.- lo abrase con las pocas fuerzas que tenia.

Bella – Se casa, Edward se casa.- Mi volví acurrucar en su pecho. Permanecimos un rato. La lluvia había disminuido.

Jacob – Bella, es hora de irnos- solo asentí. Me ayudo a pararme y volvimos a la casa.

Nos quedamos unos días, nos despedimos de nuestros amigos y volvimos a New York. Aquella ciudad que había adoptado para tener una vida un poco más feliz, lejos del doloroso Forks. Mi pueblo, el que me vio crecer solo me daba más dolor del que podía soportar. 



El Precio de la Felicidad    -Finalizada-Where stories live. Discover now