Capítulo 11

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Tome el papel con mis manos temblorosa, y cuando lo vi reconocí la letra era de mi Bella.

"Soy Isabella Cullen. Estoy en un cuarto absolutamente oscuro, hay dos personas más. Una me trae comida y la otra me azota o me pega. Alguien se acerca...

No se hace cuanto estoy aquí. No se si es de día o es de noche. Mi cuerpo me duele. A veces no puedo ni comer ni beber agua debido a la sangre que tengo en la boca...

No sé porque me hacen esto, que hice. Sentí un ardor en mis ojos, supuse que era mis lágrimas que querían salir. Tenía un ojo hinchado. Lo sabia por como se sentía ante mi tacto tembloroso y por el dolor que me causaba...

Trate de adivinar el lugar, pero me fue imposible. Quise contar los pasos varias veces pero eran demasiados y me cansaba al llegar a 100, sus voces eran a penas audibles. Casi siempre había uno que se quejaba con el otro de cómo me dejaba después de los golpes, pero no podía saber a quienes pertenecían esas voces. Había una femenina porque es la que me pegaba, pero la otra quien me traía la comida jamás hablo, sonaba a lo lejos y en un tono bajo...

Se fue. Mi ropa esta cediendo ante los azotes. Mi remera tiene tajos y mis pantalones empiezan a romperse, mis zapatillas están en algún lugar de la habitación, pero no las puedo ver. Tengo tanto miedo. Cuando se terminara esta tortura. Cuando se cansará de pegarme...

Los golpes y azotes pasaron de ser seguidos a tener un poco mas de distancia entre si. Cuando me azotaba dejaba pasar un tiempo, supongo para que me reponga, y cuando volvía me golpeaba con los puños o patadas. Yo tenía que resistir. Por Charlie, por Edward. Cada vez fue disminuyendo los golpes, pero la agresividad era la misma...

Comía dos veces... y los golpes era dos veces aunque había diferencia entre las comidas y los golpes. Supuse que ya había pasado mucho tiempo, la oscuridad y el silencio no me dejaban contar los días, solo lo supuse por la cantidad de golpes que recibí...

-veo que tienes marcas lindura- me dijo esa voz que no reconocía aún. Me encontraba en una esquina de la habitación. De pronto sentí que me tomaba de los pelos y me arrastraba hasta algún sector de este cuarto. – Quiero que te lleves un recuerdo de mi hospitalidad.- y me pego una cachetada. – Eres una invitada fuerte y es un placer haberte atendido- y me volvió a dar una cachetada – Si me permites quiero tener un recuerdo tuyo – y sentí como unas tijeras cortaban mis cabellos, las lágrimas salían –por favor detente- le suplicaba, pero fue como si no me hubiera escuchado...

Después de haberme pegado y cortado el pelo. Su fue. – Espero no volver a verte- me dijo antes de que saliera del cuarto. Que significaba, me dejarían libre...

-Te la puedes llevar y jamás regresen acá- escuché en tono orden. Me iba, pero no era libre...

Quien encuentre esto por favor dígale a mi familia que los amo. Edward te amaré y se que te volveré a encontrar. Recuérdame."

Las lágrimas no dejaban de salir, estuvo acá. El papel tenía gotas de sangre. Lo escribía después de los golpes, describió su tortura tan detalladamente hasta el último día. Soporto hasta el final, pero a donde se la llevaron, porque no la dejaban regresar, preguntas y mas preguntas.

Me ayudaron a pararme y salimos de ahí, con el bolso de Bella y la nota y nos fuimos a la casa.

El Precio de la Felicidad    -Finalizada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora