El Precio de la Felicidad -Finalizada-

Segunda Parte - Capítulo 1

La Venganza de Angela

Cuando me fui de la casa Cullen, me dirigí hacia mi departamento a empacar y a dejar todo listo para mi viaje a Londres. Salía al día siguiente a primera hora, el departamento lo había vendido y no había nada que diera registro de mi existencia en ese pueblo. Era como si jamás hubiera estado.

Cuando llegué a Londres me esperaba mi hermano James, fue el único que me contuvo cuando Edward me despreció. Él sabía todo el daño que me había hecho, por eso ahora estaba dispuesto ayudarme. El objetivo era separarlo de ella, el objetivo era que él sufriera el no tenerla como yo sufría por no tenerlo. Por eso James se encargaría de atrapar a Bella y alejarla de él... lo que hiciera con ella no me interesaba siempre y cuando no arruinara mis planes con Edward.

Mi alma estaba muy oscura y ya no había oportunidad para amarlo otra vez. Solo lo vería sufrir, caer en la miseria de la perdida. Eso le daría placer a esta oscura alma.

-Hola hermano.- y lo abracé

-Hola hermanita – me dijo con tono alegre en la voz, hacía mucho que había dejado Londres para ir al pueblo natal de Edward.- Qué tal el viaje- me pregunto tomando mis maletas

-Bien. Largo y pensativo- reí y salimos del aeropuerto para ir a su casa.

James había comprado una casa vieja a muy buen precio, le faltaban algunas cosas por terminar, pero lo más importante estaba terminado, las habitaciones...

Nos quedaríamos un tiempo, luego iríamos a Forks a poner en marcha el plan y él se volvería con ella.

-Bienvenida a la casa hermanita – me dijo con una mano haciendo seña de que pase- mira donde pisas- me dijo a penas puse un pie dentro de esa casa.

-Esta... bastante... mal, pero es perfecta. Eres un genio hermano. – sonreí al pensar en la tortura que sufriría ella acá, lejos de todos y lejos de él.

--Tomemos un café y me cuentas que ideas oscuras tienes en esa bella cabeza – me sonrió, dejo las maletas en lo que sería un living y nos dirigimos a la cocina.

-Perfecto, las ideas están volando y se amontonan por millones – le sonreí y tome asiento en una de las dos sillas que tenia una pobre mesa a su alrededor.

Mi venganza cobraba forma. El manto negro se adhirió a mi alma como una piel. Y mis ojos se transformaron. Era un placer inexplicable.

Los días pasaron, estuvimos planeando, modificando y acondicionando la casa para nuestro huésped.

-Cuando la conoceré- me pregunto James

-Pronto- le respondí... ellos debería de estar por llegar en unos días.

-Genial – sonrió ante la idea de verla por primera vez.

No salí de Forks sin antes saber que ellos harían su luna de miel en Londres, y por supuesto nos encontrábamos a unas cuadras del hotel donde se hospedarían. De esta manera sería más fácil para James que la conozca.

El día llegó... y cuando los vi...

- Es ella...- le dije indicándola con la cabeza. Y él la observo...