Capítulo 7

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No sabia nada de Bella hacía meses, estábamos a 3 días de su cumpleaños numero 31 y ella aún estaba perdida, no quería aceptar otra versión, mi corazón me decía que aun estaba con vida, que su corazón aún latía, en algún lugar esperaba a que la encontrara.

La última vez que la vi, fue ese martes de enero, nuestro último desayuno junto a ella, tenía tanta vida, la veía feliz; a pesar de todo lo que nos había pasado ella había vuelto a sonreír y hacer mi Bella. La había saludo con un beso y me había ido a trabajar yo sabía que ella iría Port Angeles a ver a Alice y Rose y después no la volví a ver más.

Estaba en la hora del almuerzo en el hospital cuando sonó me teléfono, vi que era Alice.

Edward – hola Alice.- dije apenas atendí

Alice – hola Edward- dijo con tono preocupada- ¿Bella te dijo algo si iba a venir hoy u otro día? Tal vez cambio de planes y se olvido de avisarnos.- me soltó de golpe.

Edward- ¿Qué?- pregunte- ¿Bella no ha ido? Ella me dijo que iría después de acomodar la casa- dije recordando lo que ella me había dicho.

Alice – oh, la he llamado a su teléfono y no me responde por eso te llame a ti- dijo Edward – Alice en cuanto pueda voy a la casa y me fijo, cualquier cosa te llamo. Adiós- y colgué. Mi cabeza empezó a dar vueltas y recordar las palabras de Bella, pero no tenía nada nuevo. Los planes no los había cambiado y de ser así me hubiera llamado.

Fui a la casa en cuanto pude salir. Pero ahí no estaba, su auto tampoco y ropa no faltaba. Algo le había pasado. Comencé a llamar a todos, pero nadie sabia nada.

Ese fin de semana vinieron nuestros amigos a casa. Todos hacer el apoyo a mi dolor.

Alice – Edward puedo habar contigo a solas un momento- me pregunto

Edward- Seguro Alice, vamos al escritorio- entramos cerré la puerta y nos sentamos en el sillon- ¿Qué sucede?- le pregunte

Alice- Hermano ¿alguna vez Bella te comento algo sobre que se sentía perseguida u observada?- me la quede mirando sorprendido

Edward – no, jamás me dijo nada de eso ¿crees que la secuestraron?- le pregunte. Ella solo levanto los hombros.

Alice había ido a mirar por la ventana del escritorio, que daba al límite del bosque.

Alice – Edward ven... rápido – me dijo sin apartar la mirada del vidrio. Me acerque.

Edward - ¿Qué pasa Alice?- trate de mirar en su dirección y creí ver una sombra negra a lo lejos, cuando volví a focalizar la mirada se había ido.

Alice – ¿lo viste verdad? Ahí había alguien ¿no?- dijo señalando donde estaba la sombra. Yo solo asentí. Quien vigilaba, quien miraba la casa...

El dolor era insoportable, mi corazón pedía a gritos que lo sacara de mi pecho. Luche con mis fuerzas por mantenerme de pie, necesitaba esta fuerte por mi familia y por Charlie. Él había empezado a desmejorar lentamente.

El día del cumpleaños de Bella solo quise estar con Charlie. Mis padres y amigos habían aceptado esa decisión. Por lo que me pase todo el día en su casa con él.

Los meses siguieron pasando y no teníamos noticias de Bella. Nada, ni una pista. La policía no tenía rastro, nos decía que quien la tenga lo había hecho demasiado bien, no había pista, huellas, marcas ni testigo; era como si jamás hubiera existido. Pero yo no me iba a rendir. Yo iba a seguir buscándola, la iba a encontrar. Sabía que lo haría.

La salud Charlie empeoro cada vez mas, me lo traje a vivir conmigo aunque no estaba de acuerdo, pero no podía dejarlo solo en su casa, cubrí los muebles con sábanas con la ayuda de Jacob y lo sacamos de ahí. Carlisle y Esme lo cuidaban mientras yo trabajaba.

Al cumplirse 4 años de la desaparición de Bella, su corazón no pudo aguantar más el dolor y ceso. Se apagó una noche de enero. Lo enterramos al lado de Renée. Le juré que la encontraría por más que se me vaya la vida en su búsqueda.

El Precio de la Felicidad    -Finalizada-Where stories live. Discover now