Capítulo 2

168 11 0
                                    

Después de la boda habíamos decidido esperar unas dos semanas antes de ir a Londres. Lugar elegido para nuestra luna de miel. Yo estaba intranquila con dejar a Charlie solo por lo que me aseguré en esas dos semanas de que estuviera bien, y que si algo pasaba que me avisaran. Jacob me había garantizado que vaya tranquila y que no me preocupara que él lo iría a visitar día por medio y que cuando no podía ir lo llamaría. Carlisle y Esme también se habían ofrecido en ir a visitarlo y avisarme cualquier cosa.

Es grande lo sé, y como me decía Charlie –Bella, se me cuidar solo, no necesito que me pongas a un batallón a mi alrededor- pero era la única familia que tenía excluyendo a los Cullen.

Cuando estábamos todos en el aeropuerto no podía dejar de abrazarlo, le dije una y un millón que se cuidara que cualquier cosa llamara a Jacob o Carlisle y lo más importante que lo quería con toda mi alma. Jacob tuvo que despegarme de los brazos de mi padre y depositarme en los brazos de Edward y así entre él y Emmett nos empujaron para abordar el avión que estaba a punto de salir.

-Adiós- gritamos –los queremos- dijimos al mismo tiempo.

- Hasta la vuelta- nos dijeron.

El viaje fue de lo más placentero y relajador. Estaba rodeada por los brazos que tanto había deseado, tenia todo lo que quería... era plenamente feliz.

Edward – en que piensas amor – me dijo con esa voz suave llena de amor y una mirada que decía más de lo que pronunciaba su boca.

Bella – en lo feliz que me hace saber que al final estábamos juntos... para siempre- y me beso con toda la dulzura que pudiera existir.

Cuando salimos del aeropuerto de Londres, nos tomamos un taxi hasta el hotel. El lobby era un sueño, nos dirigimos hasta la mesa de entrada y Edward dijo nuestros nombres, tomaron nuestras maletas y nos llevaron hasta nuestra habitación. Era una habitación amplia pintada y decorada con colores cálidos. Teníamos un pequeño living que estaba rodeado de ventanales por donde dejaba entrar el sol con todo su esplendor.

Cuando quedamos solos, Edward me abrazo por detrás y juntos nos regocijamos de la hermosa vista que teníamos.

La estadía pasó rápido, a veces salimos a recorrer algunas calles de Londres, otras bajábamos al restaurante del hotel o a veces pedíamos servicio al cuarto.

Nuestra primera noche juntos fue maravillosa. Nos llenamos de besos, caricias, nos besamos cada centímetro de nuestros cuerpos. Nuestros besos se llenaron de pasión incontrolable y nuestras lenguas eran llamas al rojo vivo. Cada movimiento que hacia dentro de mi era como un grado más de placer. Explotamos juntos gritando nuestros nombres. La explosión agoto nuestros cuerpos y nuestros besos nos saciaron de placer. Apoye mi cabeza sobre su pecho y él me abrazo...

Edward – Bella te amo con todo mi corazón, soy el hombre más feliz del mundo.- y me beso en el pelo.

Bella – Yo te amo más. Siempre regresaré a ti amor, porque así pide mi corazón- y le di un tierno beso sobre su pecho en donde latía su corazón.

Estar entre sus brazos por las mañanas, oír su corazón latir y escuchar su respiración me garantizaban que todo era verdad. Que era real. Que la vida me daba una razón para ser feliz.

Pronto volveríamos a Forks. Volveríamos para comenzar una vida juntos.


El Precio de la Felicidad    -Finalizada-Where stories live. Discover now