Efectivamente, nunca llenaban las expectativas exigentes o bien, ellos no estaban de acuerdo con lo que quería. Cuando otros decían No rápidamente él se iba a por un Si y eso termino desesperando a toda la gente a su alrededor.

A los 15 tomo la decisión de teñirse el pelo, y su madre pego el grito en el cielo por las mechas blancas revueltas en el resto castaño. Asi fue como conoció a otro extraño tipo, alguien que se hacía llamar "Leeteuk" y había cambiado el cabello negro por el rubio intenso, y aquel corte alocado típico de un punk adolescente.

HeeChul era confundido constantemente con una chica, ¿le molestaba? Hasta cierto punto no, para nada, eso solo le hacía ver que era mucho más atractivo. Las confesiones de hombres y mujeres no hicieron más que aumentar el ego, que naturalmente ya estaba ahí.

En pocas palabras, la persona fría, de lengua afilada que no se guardaba ningún comentario, y se consideraba levemente superior, siempre existió y no dejaría de existir posiblemente. A pesar de eso, ser el número uno en todas las listas, no era parte de sus metas o necesidades, porque... había que ser sinceros ¡Ya era el número uno en su TOP personal! No requería halagos o pruebas, era suficiente lo que ya sabía.

Descubrió su homosexualidad luego de besar apasionadamente a Leeteuk una noche de chicos, ¡Sin influencia del alcohol! Asi que no había pretexto alguno para justificar sus acciones. Lo que si no comprendía, era como se había fijado en semejante tipo sin gracia a su parecer.

No recordaba cómo había conocido al resto de idiotas que le seguían, solo que ya estaban ahí cuando volteo un día a sus costados.

Si le pedían mencionar una sola diferencia del pasado a lo actual, solo podría decir que...

En el pasado, su corazón era como una esponja. Succionaba todo y lo tomaba muy a pecho, sufría con filmes dramáticos y tristes, se cautivaba con cada chico tierno y frágil que encontrara por el sitio, y además, aun que ocultando los hechos para que no lo supieran, ayudaba a otros. Se exprimía a sí mismo la bondad.

No era la persona cruel que se veía. En realidad ¡era extremadamente rompible! Agregando vanidoso y pesado.

Teuk lo definía como: Un Narciso frustrado e incomprendido. Tipo caprichoso de buen alma.

Pero, ¿Cuándo cambio? ¿Qué fue lo que paso para que se oscureciera y tomara el papel de villano?

Aquí entraba a la escena alguien llamado "Eunhyuk", la razón de sus males, y de un dolor que se expresaba solo con daño venenoso contra HyukJae. Pero era extraño, porque no tenían nada en común.

Eunhyuk era atrabancado, hiperactivo, poco interesado, atractivo, y distraído a más no poder en la vida. La clase que iba bien con HeeChul. Cuando estaban juntos podían insultarse, retarse, o simple y sencillamente ignorarse todo el día. ¿Eran amigos? No, ni siquiera se tuteaban entre sí; para Chul siempre fue "Lee" y para Eunhyuk él era solo "Kim".

La cosa estaba en que no importaba la relación que mantuvieran, HeeChul sentía odio-amor-pasión por aquel crio perdido que tanto se le asemejaba. Secretamente, era quien cuidaba que no se perdiera en camino de vuelta a su casa, porque ¡Vaya, de verdad era distraído el niño!

Una vez decidió en decirle, y cuando lo hizo fue algo como esto lo que ocurrió:

"-Te odio tanto Lee, casi igual que como me gustas.

-¿Gustarle? ¿Quiere tirarse a la cama conmigo o algo?- rio irónico, mirándole con lascivia. -Porque entonces estoy dispuesto.

-No, ¿Qué no me has oído? Te odio jodidamente como para compartir sabanas. Pero me gustas, estoy... ¿podría estar enamorado? Es una locura.

-Espero que no- suspiro Eunhyuk, sonriendo levemente. –Porque yo solo acepto una noche. Solo eso Kim. No me gusta ni un poco. "

Había sido la conversación más extraña que cualquiera escuchara de la nada. Muchos dirían que no era para tanto, pero para Kim HeeChul, fue el peor golpe bajo para su enorme ego. Al día siguiente había planeado su venganza, quería escupirle en la cara a Eunhyuk y destrozarlo lo suficiente para curar su herida, luego podría mejorar y olvidarlo todo, para seguir con su relación inusual.

Mas sin embargo, el destino que les esperaba era otro.

Cuando llego al colegio, la multitud estaba impactada rodeando algo, o alguien, en el segundo piso dejando los pasillos completamente vacíos. Con algo de curiosidad Hee y Leeteuk fueron a ver, y... no fue nada grato lo que descubrieron.

Un charco de sangre manchando los azulejos, y empapando los rubios cabellos de ese tono escarlata que le ponían de punta. El cuerpo estaba desparramado en el suelo, inerte, con los parpados bajos, y el rostro tan pálido que iba para transparente. La expresión desconcertó a HeeChul, porque había una sonrisa, podía casi jurarlo; en esos labios que perdieron el color se alzaban suavemente las comisuras.

No era la clase de sonrisa que le fascina, esta era melancólica. Al pasar su mano por la mejilla la aparto enseguida, por la gélida sensación de la piel de un cadáver.

Escucho decir durante mucho tiempo, que le habían visto lanzarse desde la baranda de las escaleras, que Eunhyuk se había suicidado frente a todos en la hora de entrada a las clases, les escucho decir... que no había tenido una vida feliz, ni mucho menos satisfactoria durante los años que estuvo conociéndolo. ¿Lo creía? Al principio no, y se cansó de buscar a un culpable, asi que opto por aceptar cada rumor y lo que indicaban los aparentes testigos del acto.

La mayoría de gente reacciona en casos asi con sentimientos de tristeza extremos, con traumas ligeros o pasajeros, con desesperación, o revelándose al mundo. Pero las personas como Kim HeeChul solo entierran el dolor, y se quedan con la furia; él quería vengarse ese día por el rechazo que recibió de su parte, y no poder hacerlo, no saciar sus necesidades le llevo a endurecer la emoción, congelarla.

Se dio cuenta que el hielo iba derritiéndose cuando llego HyukJae. Su personalidad tranquila, invisible, tierna, frágil, misteriosa, astuta... nunca le habría ido bien a Eunhyuk.

No tenía sentido, y nada de lo que surcaba la mente del castaño lo tenía.

No era que de verdad detestara a HyukJae, le iba igual su vida y lo que hiciera con ella, y aun asi se contradecía queriéndolo ver sufriendo lo que no pudo hacer a Eunhyuk. Y muy en el fondo, lo quería llevar a como termino el mismo...

al precipicio. 

Blanco de lenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora