"Jodido Mentiroso"

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El menor quiso romper su sonrisa a golpes. -¿Por qué no mejor dejas de admirar la tuya maldito egocéntrico y a mí me dejas en paz?

-No es manera de hablarle a tu mayor- refunfuño con evidente molestia.

-Dile eso a alguien que le importe. – Kyuhyun estaba por irse cuando retrocedió de pronto y susurro entre dientes: -No sé qué es lo que quieres lograr. Pero déjalo tranquilo Kim, él no está solo.

Sin esperar una de las divinas respuestas de HeeChul, avanzo aun enfurruñado por los jardines....

Aquella noche de la mascarada, mientras volvía a casa a altas horas de la madrugada, una sombra le intercepto en una calle solitaria y le pego a una pared rasposa. Era HyukJae demasiado molesto, demasiado extraño, y con aquella mirada maniática dirigida a su persona.

-¡Devuélvemela!

-¿De qué mierda hablas Hyuk?

-¡Deja de hacer el imbécil, y dame esa cámara ahora mismo!

-Yo no tengo nada, ¿de qué cosa me estás hablando?

Jae le golpeo en el estómago con fuerza impactante, producto de su furia, y repitió la orden mientras Kyuhyun seguía negando el supuesto delito que cometió.

-¡Hablo enserio Cho Kyuhyun, si no regresas lo que me pertenece....!

-¡No te comprendo!

-Hoy mientras estaba lejos alguien fue a abrir mi casillero y sacar mi cámara. ¿Creíste que no lo notaria jodido mentiroso?

-Yo no hice tal cosa... ¿¡Cómo iba a hacer eso, ah!?

-Eres el único que sabe que contiene, ¡Eres el único jodido capaz de hacer una broma como esta!

-No me culpes, pudo ser cualquiera... ¡Kim HeeChul, Choi Siwon ¿PORQUE LA CARGAS CONMIGO?!

-¡Porque solo tú sabes la contraseña de la cerradura y tiene más información de la que me gustaría!

HyukJae pudo darle la golpiza que quisiera, aun asi el chico le dejo, no sin antes recalcarle que era un "mentiroso" y esperaba le devolviera la dichosa cámara con secretos sin mostrar nada a nadie, o de verdad se vengaría. Kyuhyun no temía realmente de lo que pudiera hacerle, pero si de lo que le harían a él si la persona que tomo la mochila del casillero le descubría y tenía intenciones perversas.... Entonces pensó en su primer sospechoso, ese maldito entrometido que podía ser una dulzura a simple vista, pero era el mismo pecado en muchos aspectos humanos.

Lamentablemente HyukJae sospechaba de él, y comprendía sus razones. Pero mientras luchaba contra Kyuhyun, el ladrón obtenía más información valiosa que a nadie le convenía que conociera.

=*=*=*=*=

El pelinegro estaba sentado en la banca del parque acariciando el pelaje de Choco, jugando con el can de vez en cuando hasta que las cortinas de la cafetería se abrieron dejando ver el interior de esta.

Podía observar aun con la miopía que afectaba su vista, al azabache uniformado recostado sobre el mostrador con aburrimiento, jugando a lanzar bolas de papel al cesto de basura con un tino increíble.

-¿No es un buen deportista?- preguntó con orgullo a Choco como si esta pudiera responderle. Volvió a centrarse en su objetivo y paso su lengua humedeciendo los labios resecos a causa del fuerte viento; aún tenía el sabor de la boca de Donghae y la sensación inigualable le complicaba el dormir por las noches...

Abrió sus notas del móvil y busco rápidamente la que decía: "Tener a Donghae" estaba a punto de marcarla cuando se retractó... no iba a tenerle nunca, era muy peligroso para ambos. Cuando conto a Sora su experiencia, la chica entro en pánico, y le repitió que tenía que ser precavido... eso aun cuando no menciono que perdió la cámara fotográfica, que contenía mayor parte de la evidencia de su enfermedad.

-Nadie puede saberlo- dijo en voz alta. Levanto la cabeza para volver a mirarlo desde esa distancia un tanto borrosa, pero conocía muy bien su rostro asi que no afectaba que no trajera puestos los anteojos esa tarde.

HeeChul sonrió de su manera gatuna, mirando hacia la banca con unos binoculares blancos. –Vaya, vaya que coincidencia- se dijo, divertido por como la suerte le trataba. -¿Por qué estarás aquí Hyukkie?

-¡Esto sabe a humedad!

-Lo siento, tal vez no puse del sobre correcto.

-¡Ni siquiera contiene una pizca de azúcar!

HeeChul se giró atraído por los gritos de la persona afuera del local del café. ¿Acaso ese era Lee Donghae? El otro se trataba de nadie más que su viejo compañero, Leeteuk... pero en ese momento no le interesaba, él quería saber porque estaba ahí aquel azabache.

-¡Es un pésimo servicio! ¡Tú chico no sabes atender a un cliente!

El menor hizo una reverencia a forma de disculpa, y Teuk se dio media vuelta muy insatisfecho.

-¡Eh viejo!- le llamo HeeChul corriendo hasta él.

-¡Oh! ¿Qué haces aquí?

-Son mis asuntos. Dime ¿Por qué estabas discutiendo con ese crio?

Leeteuk hizo una mueca. –Me dio un café cargado, con sabor a agua de calcetines.

-¿Estás diciendo que el chico trabaja ahí?

-Por lo que se, su tía es la dueña, pero él atiendo todos los días. Ahora veo porque el sitio está muerto...

HeeChul agrando su sonrisa, a lo que el otro le miro extrañado e imaginándose las perversas ideas. -¿Hee? ¿Qué ocurre, hombre? Me estas asustando.

Ignorándolo por completo, musito: -Asi que por eso estas aquí... eh, HyukJae.

Y asi, tan rápido como nadie lo imagino, HeeChul término de armar las piezas de su maquiavélico rompecabezas que ya tenía lista la mitad. ¿Qué vendría ahora?


Blanco de lenteWhere stories live. Discover now