Donghae quería quedarse estancado en esa edad a pesar de tener sueños y esperanzas para el futuro. Una vez que eres adulto, las perspectivas cambian y el mundo rosa se ennegrece....

El sol ocultándose alerto al azabache a que pronto seria hora de volver al interior del edifico y buscar a Yunho entre el grupo de chicas, lamentablemente él no tenía una cita y ver a su amigo rodeado de ellas no era precisamente un deseo hecho realidad.

Cuando dio media vuelta un ser apareció de la nada dando un brinco justo frente a él, un hombre alto con capa, ojos negros y una máscara jodidamente escalofriante....

-¡AHHHHHHHH!- se escuchó como un fuerte rugido, sus pies se agilizaron y el pálido chico puso el rostro más dramático que alguien en la vida real haya podido ver. Sin esperar un solo minuto, Donghae salió despavorido hacia las escaleras.

-¿hum?.... Eh, ¿Donghae?- El aludido se saltaba los escalones y tropezaba. -¡Hey chico soy yo!

-¡A-ALEJATE!- no interesaba que el corredor estuviera en penumbra, Donghae resultaba conocer el camino mejor que cuando había luz en él.

-¡Pero soy yo... JODER ESPERA!

Sin prestar atención, siguió huyendo. En su mente la voz que habría sido reconocida se escuchaba con tono espectral, y miles de escenas que en su vida había imaginado invadieron la frustrada cabeza que solo pensaba en escapar y salir con vida. En momentos como este el "No te muevas y no te hará daño" no aplicaba cuando el monstro te perseguía con su larga capa agitándose con el viento, y su horrible mascara deforme.

Donghae dio un giro en la esquina, por la luz que se escapaba de la rendija de la puerta supo que estaba cerca de salón de baile, solo un lugar como este sería iluminado por la luna gracias a sus enormes ventanales y espejos. Dejando atrás al criminal entro en la habitación y cerro con pestillo. Su respiración acelerada y el corazón a punto de salirse por su garganta le causaban más daño.

Por otro lado, en el corredor seguía el hombre disfrazado que se arrancó la máscara con furia. -¡Pero Hae SOY SIWON!

Luego de escuchar el nombre estaba estupefacto a la vez que aliviado; aun asi no quiso salir de su escondite. Cansado se dejó caer al suelo queriendo recuperar su estabilidad, había sido un impacto terrible y no sabía si con el tiempo generaría un trauma.

-¿Ah?- abrió los ojos cuando sintió una mirada sobre él, ¿acaso Siwon había logrado entrar?

Sin embargo el reflejo que vio en los espejos no era el del ser espeluznante que se apareció enfrente mientras estaban en la azotea. No, este daba una sensación un poco más cruda.

La elegante figura vestida de negro y escarlata, con aquella corona de plata y retorcidas figuras como espirales decorándola... se veía distinguido y moderno, seductor. Pero lo que de verdad impresiono a Donghae, fue el singular antifaz...

Plumas blancas y grises eran las que formaban la máscara, los ojos remarcados de un negro brillante que daba la impresión de profundidad intensa, y definidas líneas inclinadas de un escarlata rodeando la orilla de estos como si fueran largas pestañas; en la parte de nariz terminaba con un pequeño pico acorazonado; y el espacio de la boca y mitad de las mejillas estaba descubierto, dejando a la vista una piel lechosa y unos labios voluminosos.

El rostro de un búho era lo que veía Donghae, pero el traje completo se le asemejaba a un elegante demonio por su combinación de colores y la elección de un ave nocturna tan especial. Cuando la sonrisa de encías se formó en esa boca tan deliciosamente tentadora, el azabache no supo que hacer y dudo por un momento, a que fuera alguno de los estudiantes.

El delgado y largo dedo índice le indico silencio, y la persona en si se inclinó hasta observarlo de cerca.

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Lo que HyukJae tenía enfrente era un cordero asustado, que vestía un traje llamativo, con hombreras de plumajes negras como un cuervo, y sin ningún tipo de mascara en aquel rostro para ocultar su belleza; solo un delineado perfecto y un peinado alborotado. Después de todo ¿Qué podía ocultar Lee Donghae para que necesitara un antifaz?

Desde que decidió asistir a aquel festival había pensado en sus movimientos, y sabía que iba a hacer esta vez....

-Eh... amigo, y-yo.... Tengo que irme- dijo el azabache queriendo retroceder. Pero su pierna derecha fue tomada por la firme mano de Jae.

-¿Pero qué...?

Riendo como un maniático, el pelinegro se inclinó e introdujo su rodilla entre las piernas de Donghae.... colocándose entonces sobre él.

-¡Bu!


Lo siento mucho por la tardanza, otras cosas ocupaban mi mente en estos días y no tenía cabeza para escribir. ¡Pero ya estoy aquí!

Lamento no responder a todos sus comentarios, pero cada uno me alegra. ¡Espero que no dejen de hacerlo!

Voy a publicar pronto^^ tenga dulce resto de semana.

Blanco de lenteWhere stories live. Discover now