La familia crece

5.8K 329 175
                                    

Perdonad que no haya subido nada estos últimos días! He estado liada con exámenes y demás...

En fin, espero que disfrutéis del capítulo :)

~ 💫 ~

Molly II (30 de Octubre de 2003)

Percy nunca le ocultó a Audrey el hecho de que él acabó con la vida del asesino de su hermano. Ella merecía saberlo; merecía saber que su marido había matado a un hombre. Percy no sintió en ningún momento cargo de conciencia por lo ocurrido; jamás lo lamentó. Lo único que le preocupaba era cómo se tomaría Audrey aquello. Tardó unos cuatro meses en contárselo, y todo ese tiempo, no dejaba de preguntarse a sí mismo qué ocurriría si le decía la verdad. Si le odiaría. Si tendría miedo de él y huiría.

Cuando por fin se decidió a relatarle lo ocurrido, no se atrevió ni a mirarla a la cara. Le preguntó si le consideraba un monstruo. Ella, al borde de las lágrimas, lo abrazó. Y con eso ya bastó. Con eso, expresó todo lo que pensaba en ese instante. Que no le odiaba. Que no era ningún ser malvado. Que se alegraba de que estuviera bien; de que ese mortífago no le hubiera hecho nada; de que Fred hubiera tenido la venganza que se merecía. Que si tenía que pasar el resto de su vida junto a alguien, le enorgullecía que fuera él. Que no podía pedir un padre mejor para la hija que ambos esperaban.

En resumidas cuentas, que le quería.

Audrey no pudo negar que aquella noche no pudo pegar ojo. Pero no por la historia que acababa de explicar Percy; sino por su futura hija. Cualquiera que formara parte del mundo mágico ya sabía acerca del nuevo bebé que entraría en la familia Weasley. Y, por supuesto, en esos últimos nueve meses, no había persona que no les hubiera preguntado a ella y a Percy sobre si estaban preocupados por el hecho de que podría ser una squib; a lo que Percy siempre respondía, cortante:

—No, no me preocupa en absoluto.

Y entonces, él la cogía de la mano y se alejaban de allí lo más rápido posible.

A veces, Audrey se preguntaba si de verdad Percy decía aquello en serio. Ella sabía que los Weasley provenían de un linaje de magos muy antiguo. ¿Cómo se tomaría su familia el que hubiera alguien sin poderes entre ellos? <<Audrey, parece mentira que creas que te repudiaremos o algo peor por el simple hecho de que vuestra hija no sea bruja>>, le dijo un día el señor Weasley. <<Ya se lo dejé bien claro a Skeeter, pero volveré a decirlo: Todos te queremos, Audrey. Y querremos a cualquier hijo que tengáis, ya sea mago o no>>, decía Charlie. << ¿Y qué si no es bruja? Será una niña excepcional. Con poderes o sin ellos>>, le aseguraba Ginny.

Pero, aun así, seguía sin poder conciliar el sueño.

Haciendo el menor ruido posible para no despertar a Percy, se puso en pie y se fue hasta el salón. Cogió un pergamino y una pluma (después de pasar tanto tiempo entre magos, se había adaptado a varias costumbres suyas; entre ellas los métodos que utilizaban para escribir), y comenzó a apuntar varios datos.

Audrey siempre fue un genio con las ciencias. Desde el Instituto, ya sacaba sobresalientes en clases como Física, Química o Biología. Y eso le vino de perlas en aquel momento, pues con unas cuantas operaciones, que para ella resultaban la mar de sencillas, sabría de una vez si aquella niña sería maga o no.

Esa misma mañana, Percy la encontró dormida en una de las sillas del salón, rodeada de montañas de papeles. Algunos arrugados; otros con tinta desparramada por encima. Frunció el ceño, extrañado. Posó su mano en uno de los hombros de Audrey, y trató de despertarla.

—Audrey...—murmuró él. Ella entreabrió los ojos, haciendo saber a Percy que estaba levantada—. Drey, ¿qué ha pasado? Parece como si un tornado hubiera arrasado la casa...

Harry Potter: Historias de la nueva generaciónWhere stories live. Discover now