La Maldición del Heredero (+18) (Completa)

· IV | Oficial ·

Don't you wanna see a man up close? 

A phoenix in the fire.

So kiss me on the mouth and set me free, 

but please, don't bite

BITE (Troye Sivan)

Eran las dos de la mañana del sábado y era la primera noche desde el miércoles que Harry no estaba en su cuarto con Louis, hablando de las tontas reacciones y comentarios de compañeros y docentes a todo el asunto. A decir verdad, lo extrañaba un poco. No a Louis, en sí, sino al poder hablar honestamente sobre aquello en que se había convertido su vida en la última semana.

Había intentado toda la noche cambiar el tema de conversación. Hasta ese momento tener un falso novio había resultado ser sencillo, en general. Pero ahora, cansado y bebiendo, Harry desearía poder solo discutir de fútbol, o profesores, o el festival, o de lo que sea. De cualquier cosa menos de lo "adorables" que él y Louis se veían juntos, y de si lo extrañaba esa noche.

—No es que no lo extrañe —dijo al prepararse el cuarto trago de la noche, mientras Sophia se corría del regazo de su Alfa para dejarlo tomar el joystick y jugar su turno en la PS—, pero él tiene que estar con sus amigos también y lo veré mañana de todas formas.

—¿Tendrán una cita? —preguntó Sophia, mientras le ofrecía su vaso con cara de cachorrita (que tan bien había aprendido a imitar de Liam) para que le prepare uno también—. Oí que lo llevaste a comer al pueblo el otro día.

Harry apretó los labios, sonriéndose, y se encogió de hombros fingiendo misterio. Nadie se lo había mencionado hasta ahora pero al parecer el rumor había corrido a sus espaldas.

—Debe ser por eso que Zayn no está aquí —razonó Liam—, ya me parecía extraño.

—Estaba a punto... de preguntarte qué había ocurrido —dijo Niall, hablando pausado porque su concentración estaba en la partida de fútbol en la pantalla—. Están siempre juntos.

Liam se encogió de hombros.

—Dímelo a mí —rió Sophia; Liam apenas sonrió en silencio.

Harry observó sus gestos volverse más lentos y opacos. Sophia sonreía, pero algo en sus ojos compartía con los de él. Quizá era la conexión entre ellos, que hacía que se mimetizaran tanto. Harry podía oler a Liam en el cabello de ella, y ver sus abrazos en su piel; era algo claro como el agua, indiscutible. No podía evitar preguntarse si, una vez que dijeran al mundo que él y Louis eran más que novios, eran Alfa y omega, bastaría dormir en la misma habitación para convencerlos de que era cierto. Si acaso podía fingirse eso que Sophia y Liam tenían. Si su mentira no sería demasiado obvia.

—¿Cuándo vas conseguirte tú una novia? —dijo Sophia desordenando el cabello al rubio al pasar para sentarse junto a Liam, y alejando a Harry de sus miedos—, tu Alfa ya tiene uno. Tú y Oliver van a ser los últimos solteros en el piso.

—No me menciones a Oliver —respondió frunciendo el ceño—, es mi rival en el amor.

—¿Cómo es eso? —preguntó Harry, divertido.

—La conoces: Jessie —explicó.

Obviamente que la conocía, era la chica que había intervenido cuando el asunto de Standford sucedió. Era bonita, más alta que Niall y sus ojos más claros. Tenía el cabello rojizo y los gestos delicados, y cuando habían hablado para invitarla a la manada, ella había sido decidida y sin pelos en la lengua. Harry creía que iba bien con su amigo.